La medida anunciada por Sergio Massa en relación a las tarifas de los servicios públicos y el tope de los consumos eléctricos y de gas que quedarán contemplados por los subsidios demostró la necesidad de dar un paso más sobre la segmentación de tarifas que había planeado Martín Guzmán.

Si bien las cifras sobre el ahorro que esto podría significar todavía resulta un tanto difusa, dentro del renovado gabinete económico estiman que el nuevo esquema -que deja sin subsidios a los usuarios de altos ingresos y a aquellos otros que no se inscribieron en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE)- podría significar el ahorro de unos $500.000 millones en un año. Además creen que por esta vía se podría aportar casi un punto del PBI y así avanzar en el cumplimiento de las metas comprometidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque todavía se esperan mayores precisiones técnicas sobre lo comunicado por Massa el último miércoles, si se informó que aquellos usuarios subsidiados que superen el límite de los 400 kilovatios-hora (Kw) o un nivel equivalente de metros cúbicos en gas, no dejarán de percibir el beneficio. Pero, si tendrá que pagar el precio de la tarifa plena solo por el monto diferencial. Por ejemplo: si consumen 410Kw, deberán pagar sin subsidio esos 10Kw adicionales.

Con este escenario, el Gobierno detalló que el objetivo es tener progresividad en términos de ingresos y promover el ahorro de energía porque el 80% de la población consume el 50% de la luz y el 20% de la población con mayores ingresos el otro 50%. Recién el próximo martes se conocerían los niveles de aumentos de las tarifas de gas, energía eléctrica y agua que regirán y desde el Palacio de Hacienda adelantaron que para tales montos se tendrán en cuenta las distintas características de las regiones a los efectos de definir una política de precios sectorizada.

Verdad a medias

El doctor en Economía Daniel Montamat aseguró que los recientes anuncios energéticos del Gobierno nacional se tratan Es una medida de orden fiscal que apunta a reducir subsidios. En diálogo con LA GACETA, el ex secretario de Energía de la Nación, entre los años 1999 y 2000, manifestó que el problema de todo esto radica en “predicar con media verdad”. “Con los aumentos tarifarias que hicieron en electricidad y gas, los subsidios que el año pasado fueron de 11 millones de dólares, este año alcanzaron los 15 millones. Y además, mientras el Gobierno decide no aumentar las tarifas argumentando el impacto en el bolsillo de la gente, no dice que si los subsidios aumentan y se financian como ahora con emisión, esto fomenta la inflación”, dijo el profesional. Y sostuvo que ese panorama pone a la gestión de Alberto Fernández en una encrucijada entre dos males.

Sobre el límite determinado de 400Kw, Montamat señaló que el tope resulta generoso entendiendo el consumo que puede tener una familia compuesta por cuatro integrantes. “En España, por ejemplo, el consumo medio por vivienda es de 290 a 300 kilovatios-hora y en nuestro país esas cifras no difieren demasiado. También debemos entender la necesidad de avanzar en un uso responsable de los servicios”, enfatizó. Consultado por los objetivos que se planteó alcanzar la administración federal con estas medidas, el profesional manifestó que difícilmente se logre cumplir con las metas trazadas. “El año está promediando y desde el punto de vista del equilibrio de las cuentas públicas que tiene que buscar cumplir con el 2,5% del superávit primario comprometido con el FMI, me parece que no cierra y los subsidios seguirán incrementando. Seguramente, el año que viene pueda empezar a revertirse esto”, sentenció.

El ex secretario de Energía de la Nación Emilio Apud no dudó en afirmar que la falta de profundidad en las medidas energéticas podría empujarnos a un colapso del sistema, como ocurrió entre 2013 y 2014 con cortes sistemáticos y la importación de 80 barcos por temporada invernal.

“Lo que hizo Massa fue modificar el esquema previsto por Martín Guzmán porque la segmentación indicaba que un 10% de los usuarios pagarían tarifa plena y después había un grupo con ingresos vinculados a la variación salarial, pero eso resultaba escaso porque no se llegaba ni al 1% de disminución de los subsidios. Con estas medidas más a fondo ya habría un 30% de usuarios pagando tarifa plena de luz y gas. Y el resto pagará un subsidio alto siempre que consuman menos de 400Kw”, exclamó el ingeniero a este medio.

Apud también declaró que el principal problema que afronta el país “hoy radica en los subsidios, las tarifas y tocar los precios de los combustibles cuando no están regulados”. “La energía de Argentina se nutre de la energía que vende el país y es poco lo que se exporta. Si ese 90% del que se nutre el sector energético está toqueteado por el Estado y dice que no va a pagar el que consume, sino un 25% el que consume y lo restante el Estado, nadie va a confiar en tener ese dinero cuando tenga que cobrar para pagar”, puntualizó el ex funcionario. Y especificó que sin subsidios, al precio de la electricidad habría que agregarle un 350%. “No todo ese porcentaje va a la tarifa. De eso se aplica una porción y en la tarifa queda un 200%. Ósea que si pagás $1000 pasaría a pagar $2000. Con el gas el desfasaje es menor, estamos en un 70% de valor que debería incrementarse”, agregó.

Sinceridad tarifaria

Ambos profesionales coincidieron en la necesidad de que el país avance a un sinceramiento de las tarifas energéticas para evitar problemas a futuro y sostuvieron también que la elección de este camino resulta inevitable si se tiene en cuenta el panorama actual. “Yo diría que el mal menor para Argentina es que las tarifas de la energía y el gas remuneren sus costos económicos e implementar una tarifa social focalizada para aquellos que la necesiten de acuerdo a indicadores socioeconómicos”, declaró Daniel Montamat. Y en relación a esto precisó que la forma de hacer esto es retomando al sentido común: “Hay que volver a las fuentes que dicen que los precios deben recuperar los costos económicos y aquellos que no pueden acceder reciban una tarifa social”.

Montamat aseveró que Argentina está obligada a “copiar lo que funciona en todo el mundo” que es “pagar por los costos”. “Cuando tenés precios divorciados de los costos económicos estimulás la demanda pero desalentás la oferta y se produce una brecha que obliga a importar energía y eso hace que a esos precios a los que le cerraste la puerta interna se te meten por la ventana como importación y eso es otro problema”.

Por su parte, Apud resaltó que aunque pueda haber enojos, el camino “es explicarle bien a la gente”. “Después de tanto populismo energético, muchas personas piensan que la energía es regalada pero hay que decirles que no se puede más y para los que no pueden costear los costos tiene que haber una tarifa especial”, concluyó.

En el mes de junio, la empresa que distribuye la electricidad en la provincia informó que dentro de los clientes de demanda pequeña (T1-R, casas o departamentos), durante el último año, entre junio 2021 y julio 2022, el 64% consumió un promedio de hasta 250Kw por mes, el 26% entre 250 y 500Kw, el 7% entre 500 y 750Kw y el 3% más de 750Kw.

¿Cómo modificar el RASE?: tiempo indeterminado para el trámite

La Secretaría de Energía informó que por tiempo indeterminado estará habilitada la posibilidad de completar el formulario de subsidios de luz y gas desde la página web así como también de manera presencial en las oficinas de la Anses. A partir de esto se incorporó una nueva alternativa en la web www.argentina.gob.ar/subsidios que permite corregir los datos de quienes ya se hayan anotado. Se trata de la opción “Ver/Modificar la solicitud”, la cual permite no solo realizar modificaciones, sino también corroborar los datos ingresados. Para hacer uso de esta función, es necesario ingresar el número de gestión, el de DNI y hacer clic en “Consultar solicitud”.