El certificado sanitario adoptado por los países de la Unión Europa (UE) entró formalmente en vigor ayer, con la esperanza de poder autorizar los viajes y relanzar el turismo, a pesar de la propagación de la variante Delta del coronavirus.

El documento -un código QR se puede llevar en un teléfono o impreso- certifica que el portador ha sido completamente inmunizado con una de las vacunas aprobadas en la UE, dio negativo en un examen reciente o ya goza de inmunidad por haber superado la infección. 

El certificado permite viajar por los 27 países de la UE y otros cuatro países: Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.

Todos los países de la UE ya están conectados al sistema, con la excepción de Irlanda, que sufrió un ataque cibernético a su red sanitaria pero espera sumarse al proyecto el 19 de julio.

Los países del bloque estarán obligados a aceptar a viajeros que estén inmunizados con las vacunas autorizadas en la UE: las de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca (de dos dosis) y Johnson & Johnson (de dosis única). También pueden -aunque no están obligados- admitir personas inmunizadas con vacunas autorizadas en ciertos países de la UE (como la rusa Sputnik V, utilizada en Hungría), o con vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (como la china Sinopharm).

Aunque la letra del acuerdo dice que los portadores de un certificado no deberían someterse a cuarentena o examen adicional, es posible que un Estado miembro introduzca restricciones si la situación del país o región de origen del viajero se deteriora.

Sin embargo, la generalización de la variante Delta, originada en India y ahora predominante en el Reino Unido, podría provocar un nuevo freno en la tentativa de relanzar el turismo.

La variante Delta ya llevó a Alemania a incluir a Portugal a su lista de países en riesgo, y prohíbe las llegadas desde este país. España y Portugal anunciaron exigencias adicionales a viajeros del Reino Unido a raíz de la variante Delta.