A partir de hoy, en términos de transporte público, la noche tucumana terminará antes de comenzar. La Asociación de Empresarios del Transporte Público de Tucumán (Aetat) confirmó la noticia brindada ayer por LA GACETA: el último colectivo urbano de pasajeros en la capital será el de las 21, porque dada la crisis del sector no puede seguir prestando el servicio después de esa hora.

La noticia, por supuesto, no sólo impactará en la nocturnidad. Mañana, en el primer día hábil del recorte de las prestaciones, los comercios cerrarán antes su puertas para que sus empleados consigan transporte público para volver a sus casas. Hoy, los locales trabajan mayoritariamente hasta las 21. El agravante es que, precisamente, “el último colectivo”, en todas las líneas, será también el de la hora pico, con lo cual se preven serios inconvenientes por la aglomeración de empleados de comercio y clientes, en un contexto de pandemia donde los colectivos deben respetar protocolos sanitarios respecto de la cantidad de pasajeros.

Los trastornos no sólo serán de índole comercial, por cierto, sino también en términos de educación superior. Aunque las universidades mantienen mayoritariamente el sistema presencial durante este primer semestre, hay cátedras y también terciarios, en horario nocturno, que restablecieron clases presenciales.

Con una situación que tiende a agravarse antes que a subsanarse, tanto empresarios como sindicalistas, y no sólo de la Provincia sino también del orden nacional, coinciden en un punto: las provincias tienen que poner más plata en subsidios.

Lo mismo que en 2020

Desde que comenzó el año, el secretario de Interior de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) nacional, Jorge Kiener, fue visitando cada distrito para buscar que el conflicto del 2020 no se reeditara. En cada jurisdicción planteó a las autoridades locales que la manera de sortear la crisis, en un contexto en el cual se mantiene la inequidad en el reparto de subsidios nacionales en favor del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), era que los subsidios provinciales se incrementasen.

Kiener pudo lograr resultados positivos en muchas provincias, pero no en Tucumán: a pesar de aquel encuentro a solas que mantuvo con el gobernador, Juan Manzur, en la sede local de UTA a comienzos de año, la Provincia mantiene los fondos para el transporte en los mismos niveles que en 2020: $ 81 millones.

Para los empresarios del interior, la crisis se mantendrá hasta que se incrementen los subsidios, se ajuste la tarifa atado a los salarios y el porcentaje de la población vacunada permita que las ciudades recuperen un ritmo pre pandémico, para que cese la caída en la venta de pasajes.

Sostener el sistema

Gerardo Ingaramo, vicepresidente de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), dice que es vital que la Nación equipare el reparto de subsidios. Hasta entonces, las provincias deberían elevar su aporte, insistió.

“Las provincias deberían aumentar un 50% los subsidios al sector, porque se mantiene en los niveles de 2019 y de 2020. Hay provincias que lo han aceptado y otras que no. El agravante es que no tenemos pasajeros, el aumento de los insumos es terrible, también aumentan los salarios, entonces es imposible continuar con la prestación si no podemos incrementar los fondos”, explicó Ingaramo a LA GACETA.

Este año, la Nación aumentó la brecha de subsidios entre el AMBA y las provincias: el 86,4% de asigna a las firmas porteñas y el 13,6% restante se destina a las provincias. La discusión por los subsidios nacionales apuntan a que mientras más fondos se destinan a cada distrito, más barato es el boleto mínimo.

“En Santa Fe se ha incrementado en un 50% los subsidios mensuales provinciales. Si no hay un incremento de tarifas y subsidios, colapsa el sistema. En Córdoba la tarifa está a $ 43 y podría volver a aumentar en abril. En Santa Fe está a $ 42,50, en Neuquén a $ 42,40, en Rosario a $45. Tucumán está en $ 30 desde 2019. La Nación ha liberado a cada distrito para que aumente las tarifas. Con la cantidad de pasajeros transportados ahora, la tarifa debería rondar en $ 90. El promedio nacional es de un 30% de pasajeros transportados. Esperamos acercarnos hacia mitad de año a un 80% de pasajeros transportados para que se regularice el sistema”, comparó.

¿Hasta cuándo continuará el conflicto en el sector?, se le consultó a Ingaramo. “La situación continuará al menos hasta mitad de año, con la esperanza de que más personas se trasladen porque avanzó la vacunación y se recupera el ritmo en las ciudades”, respondió el empresario.

“En AMBA, el sistema se sustenta con más subsidios porque la tarifa mínima se mantiene en $ 18. Debería incrementarse el boleto para poder reducir los subsidios nacionales allí y equipararlos en el interior. Formalmente hemos solicitado que vuelvan los subsidios nacionales al combustible (que sí se mantienen para el AMBA, pero desde 2019 cesaron en el interior). En AMBA el litro de gasoil está a $ 30 subsidiado, en el resto del país ronda los $ 70”, completó.

El año pasado, el conflicto en el transporte público insumió 53 audiencias de zoom entre los ministerios de Transporte, Trabajo con UTA y las empresas. Tucumán fue uno de los distritos más castigados: tuvo 64 días de paro de choferes, que reclamaban por la mora en el pago de sus sueldos.

Evolución de las cifras

Adelantos, descuentos y congelamientos

En Tucumán,  durante 2020 la Nación asignó por mes $ 152 millones en concepto de subsidios para el transporte público de pasajeros. La contrapartida provincial fue una asignación de $ 81 millones en fondos públicos para el financiamiento del servicio. Este año, y luego de que el Gobierno central girase un adelanto de recursos durante febrero, la Nación asigna por mes $ 146,4 millones en subsidios. Mientras, la provincia mantiene su aporte en $ 81 millones.