La noticia deseada por muchos por fin llegó. No es la panacea de todos los males, pero alivia y mucho. El Comité Operativo de Emergencia (COE) anunció finalmente, y luego de varios meses, que permitirá la reapertura de las salas teatrales en Tucumán con público, lo cual tiene un doble impacto: por un lado, el regreso de los talleres presenciales y de la activación plena de los ensayos para futuros estrenos dramáticos o recitales musicales; y por el otro, la vuelta de funciones y recitales en vivo y en directo, sin pantalla de por medio (lo que se denomina el convivio teatral).

Próxima reapertura de las salas: satisfacción y expectativa en funcionarios y teatristas

La disposición se conoció mientras un grupo de artistas independientes de la provincia estaban concentrados en las puertas de la Legislatura, en reclamo de la sanción de una ley de Emergencia Cultural que contemple aportes económicos del Estado para los centros del sector. Puertas adentro, la comisión de Educación recibió a referenrtes y funcionarios. El pedido no se apagó con la decisión del COE. Es que la siguiente etapa será la readecuación de espacios artísticos públicos y privados para cumplir con las normas previstas, lo cual requiere una inversión que, en algunos casos, será imposible de hacer luego de ocho meses de cierre y con las arcas particulares vacías.

Pautas conocidas

Por este motivo operativo hay que ir con calma, sobre todo porque aún falta publicar el contenido de la acordada del COE con todas las pautas. El anuncio oficial prevé un mes para que las puertas dejen de estar clausuradas: la disposición será operativa desde el martes 1 de enero. Otro aspecto resolutivo que se adelantó es que no se podrá usar el aire acondicionado central, por más tórrido que sea el verano; en cambio, deberá ventilarse adecuada y profusamente cada lugar antes y después de la función.

La cantidad de público estará limitada al 30% de su capacidad, lo cual es particularmente complejo para las salas independientes más chicas de la provincia (como la Luis Franco -de El Círculo de la Prensa- o La Colorida, con una treintena de asientos cada una), pero la rentabilidad de abrir en esas condiciones entra en juego para todas. Las menos perjudicadas con esa decisión son los espacios oficiales (Orestes Caviglia, Mercedes Sosa y San Martín), financiados con el presupuesto provincial.

Habrá requerimientos especiales de higiene y sanitización de los lugares, disponibilidad de alcohol en gel y limpieza de baños; y una dinámica particular para evitar aglomeraciones, si es que llegan a darse.

Es que la gran incertidumbre será la respuesta del público. Temores sanitarios y restricciones económicas se entrelazan, por lo que nadie puede saber cuánta gente irá a un show cuando pueda hacerlo. En ese sentido, hay conciencia de que toda reapertura será a pérdida en un primer momento, razón por la cual los pedidos de auxilio económico se mantienen activos (además, desde la Nación se están estudiando medidas especiales de coyuntura para las salas que vuelvan a la actividad). Pero lo mismo, es motivo de festejo que todo empiece a moverse hacia una cierta forma de normalidad, aunque sea nueva.

Las funciones y recitales al aire libre no entrarían en esta resolución, por lo que se descuenta que elencos y bandas optarían por esta modalidad en una primera etapa.

Lo artístico

Más allá de la velocidad y de la posibilidad de la implementación de los requisitos por fijarse por el COE (seguramente la resolución será publicada hoy o mañana), aparece el plano artístico: lo más probable es que a las tablas primero retornen obras que estuvieron en cartel hasta el año pasado, o estrenadas on line en estos meses (como lo viene haciendo Sala Ross o Manojo de Calles), pero incluso esas experiencias requieren un proceso de adaptación para pasar de la pantalla y el trabajo hogareño al escenario y frente a las plateas parcialmente ocupadas. Para ese tránsito tienen un mes, con la ventaja de que la letra ya está aprendida.

La cuarentena frenó de cuajo los proyectos teatrales presenciales en marzo y dos meses después comenzaron a generarse algunos virtuales. Incluso hay obras que directamente pasaron su estreno para marzo o abril de 2021 (como propuestas motorizadas por Alfredo Fénik y Pablo Vera, o la cartelera oficial del Teatro Estable, que se volcó este año al radioteatro, Spotify y las redes sociales).

Para otras, en cambio, el anuncio del COE las impulsará a acelerar los tiempos: hubo elencos que en este mes retomaron ensayos (aún sin estar vigente el permiso oficial) para estrenar en diciembre, en la confianza de que se concrete el paso que se está dando, y ahora deberán esperar un mes más. Desde la semana pasada, en su cuenta de Facebook, Fabio Alberto Ruiz está anunciando el estreno de su comedia “El entierro” en el anfiteatro de la Casa del Bicentenario, de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

El lunes se celebra el Día del Teatro Nacional, en conmemoración de la inauguración del Teatro de la Ranchería en 1783, el primer lugar donde se representaron piezas dramáticas en Buenos Aires, aún durante la colonia. Nueve años después fue destruido por un incendio. La resiliencia de esta expresión artística en el país fue puesta a prueba nuevamente en este año pandémico. Y una vez más mostrará su salud.

Colectivos: una agrupación de salas y una red de espacios

Hay dos estructuras locales que reúnen a los teatros privados, y viabilizan sus reclamos colectivos ante las autoridades: por un lado la Agrupación de Salas Independientes de Tucumán que concentra a una decena de espacios, y, todavía en crecimiento, la Red de Espacios Culturales Independientes, que aparte de lo teatral abarca otras expresiones artísticas (incluso sin salas para publico) y que reúne a 50 sitios (muchos están en las dos organizaciones). En las gestiones, a estas estructuras se suma la representación gremial de la Asociación Argentina de Actores. Otro factor que opera en este universo es la representación local del Instituto Nacional de Teatro, con el doble rol de promotor de eventos y principal soporte económico en este año de las todavía cerradas salas independientes.