Se jugaban 25 minutos del partido entre Atlético e Independiente cuando Yonathan Cabral fue al piso para despejar una pelota. Federico Martínez rodó y el árbitro Christian Ferreyra no dudó: cobró penal. Las múltiples repeticiones de la televisión tampoco dejaron dudas: no fue falta, porque el defensor despejó la pelota y el delantero se lo llevó por delante. Pero la decisión ya estaba tomada. Silvio Romero, a los 27 minutos, puso el 1-0 para que el "Rojo" se adelante en la serie de 16avos de final de la Sudamericana. Un fallo polémico, que terminó perjudicando a los tucumanos.