Luego del golpe que significó el pulgar hacia abajo que entregaron los jueces del TAS con respecto al pedido de San Martín, los dirigentes, el cuerpo técnico, los jugadores y los hinchas entendieron que no hay tiempo para lamentos.

Ni bien el dolor se aplacó un poco, el nuevo proyecto deportivo comenzó a tomar color. “Tenemos que armar el mejor equipo posible para intentar ganar lo que ya ganamos y lo que no nos dieron en la Justicia”, declaró Sergio Gómez poco después de conocerse el fallo negativo. “Queremos lograr el objetivo por el que vinimos a Tucumán”, agregó.

Por eso las reuniones entre él, Favio Orsi, Roberto Sagra y Ricardo Seoane son constantes desde hace algunas horas. Durante el parate, mientras se decidía su futuro y el del “Santo”, los entrenadores no se quedaron de brazos cruzados. Armaron varias listas de posibles refuerzos, teniendo en cuenta los diferentes escenarios que podían presentárseles.

Por eso, con el futuro más definido, comenzaron a avanzar en las gestiones porque su idea es contar cuanto antes con el plantel completo. Con Ignacio Arce, Pier Barrios, Claudio Mosca confirmados, y Matías Fissore al caer; sólo restaría asegurar la continuidad de Ramiro Costa para tener la base definida. A ellos, se les agregaría en las próximas horas Tino Costa, el primer jugador en acordar su llegada como refuerzo para el tramo decisivo del torneo.

En cuanto a los refuerzos, la idea general es clara. “Queremos armar un buen equipo porque queremos ascender”, le explicaron a LG Deportiva desde la mesa chica de la directiva “santa”. Sin embargo, el orgullo, el amor propio y el hambre de gloria son requisitos principales para cualquier futbolista que pretenda sumarse al club.

“Este es el momento de jugar por la gloria, de ayudar al club a lograr lo que tenía al alcance de la mano y se esfumó”, explicaron desde el cuerpo técnico. Con ese mensaje se aseguraron a los futbolistas que habían sido parte del último proceso y que decidieron renovar; y con esa misma premisa también llegó Costa.

Hasta ayer a última hora, en Bolívar y Pellegrini seguían con los teléfonos en llamas. Y hoy podrían llegar a conocerse algunos nombres más que llegarán a potenciar un plantel que está herido y que quiere salir a la cancha cuanto antes.

“Tenemos una base; con unos cuantos refuerzos creo vamos a ser un rival bien complicado para cualquiera”, aseguró Seoane.

En La Ciudadela trabajan contrarreloj. Dos centrales y un volante por izquierda aparecen como los puestos esenciales a cubrir por ahora. Claro que más allá de esas urgencias, también apostarán a armar una estructura que les permita trabajar con mayor tranquilidad ante cualquier urgencia que aparezca en el camino.

Los dirigentes y el cuerpo técnico sólo tienen en mente lograr el ascenso. Si bien antes de la pandemia, el “Santo” aparecía como un equipo ideal para jugar por objetivos y por la parte económica, hoy todos los cañones apuntan a la gloria deportiva.

“Hay que ascender. El que venga debe hacerlo con esa mentalidad. Después habrá tiempo para cualquier otro objetivo”, aseguraron.

Pese al golpe del TAS, la misión ascenso está más firme que nunca y nadie piensa dejar pasar esta nueva chance.

Casi todo listo

Matías Fissore llegó a un acuerdo con los dirigentes y en las próximas horas viajaría a nuestra provincia para sumarse al grupo. Además, Ramiro Costa también tendría avanzadas las negociaciones para continuar en el club.

Lesión

De acuerdo a lo informado por el departamento médico “santo”, Ignacio Arce sufrió un  esguince del complejo medial de uno de sus brazos. Según explicaron, el arquero tendría entre dos y tres semanas de recuperación.

Abriendo el juego: trato autoritario

Domingo Giménez

Presidente la Filial “Ciruja” de Catamarca

“Es un golpe a la ilusión. Quedó demostrado una vez más la disparidad que tiene esta clase de gente al analizar los méritos cuando hay en el medio clubes de Buenos Aires y del interior. ¿Hasta cuándo vamos a tener que aguantar este trato autoritario? Lo único que nos puede servir de consuelo es saber que nunca claudicamos. Parársele a la AFA no lo hace cualquiera, y eso valió el reconocimiento de muchos clubes que, pese a pensar igual, decidieron tener una actitud pasiva por el temor a sufrir represalias.