De sentarse a charlar, a comprar para llevar. Tomar un 'cafecito' era la excusa ideal de los tucumanos para sentarse con un amigo 15 minutos y charlar de lo que sea. Pero con la pandemia, ese encuentro inocente terminó siendo una posible situación de contagio y se prohibió. 

A 70 días de aislamiento y con el correr de las semanas, las formas de tomar un 'cafecito' cambiaron y ahora hay que hacerlo parados, con distancia y, si es posible, mientras caminamos. 

A pesar de las recomendaciones, algunos se aprovechan del olvido y hacen tiempo en las mesas que los bares disponen en sus entradas, para endulzar las bebidas; otros, se arriesgan aún más y buscan algún lugar público libre para descansar las piernas.