La polémica se encendió tras la sesión legislativa de ayer, por las medidas de seguridad que tomaron los parlamentarios para asistir. En especial, por las máscaras utilizadas, que habían sido donadas por voluntarios al personal de la salud de una clínica privada. El radical José Ascárate se defendió hoy y desmintió que haya utilizado los elementos de protección. No obstante, sentó posición: "lo importante acá, además de los proyectos que aprobamos, es que la legislatura volvió a sesionar, lo va a seguir haciendo y va a seguir controlando".  

"Cuando llegué había un hombre, un doctor, con una bolsa negra repartiendo las máscaras transparentes que usa el personal de sanidad. Me la probé y se la devolví porque uso anteojos y era incómodo para mí", comentó el legislador. 

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Ascárate aseguró que en ningún momento le comentaron a ninguno de los presentes de dónde venían las máscaras, sólo las entregaron y algunos se las pusieron, otros no. Además les repartieron alcohol en gel para sus escritorios. 

"Yo voy con los barbijos que le saco mi esposa que es odontóloga y mis lentes. Es más en la Legislatura tenemos barbijos propios y antiparras que también rechacé por la misma incomodidad", dijo. 

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El radical opinó que lo que ocurrió fue una maniobra política para opacar el reinicio de las sesiones legislativas y los proyectos tratados. 

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El legislador había realizado una publicación en su cuenta personal de Facebook, quejándose sobre la polémica.