La psicosis generada por la propagación del copronavirus a nivel mundial sumada al impuesto PAIS, que encarece un 30% los viajes y gastos en el exterior, llevaron a las agencias de viajes y turismo a pedirle ayuda al Gobierno.

La Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT) se reunió con el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, para solicitarle que el sector sea declarado en emergencia económica, productiva y fiscal.  

Coronavirus: ¿cuál es la diferencia entre pandemia, epidemia y enfermedades endémicas?

Según publicó Clarín, el planteo se basa no sólo en la expansión del coronavirus sino también en el impacto del impuesto PAIS. Este "combo" -dijeron- motivó que se paralizaran las ventas de viajes y paquetes turísticos.

La declaración de la emergencia en el sector implicaría que las empresas pueden acceder a beneficios económicos y fiscales que alivianen la gravedad de la situación actual.

Confirman dos nuevos casos de coronavirus y ya suman 21 los enfermos en Argentina

La situación del negocio turístico en la Argentina ya contabiliza pérdidas "enormes", según advirtieron fuentes del sector a Clarín, aunque todavía no pudieron ser cuantificadas. Básicamente, por la cancelación de vuelos hacia los países más comprometidos por la pandemia y por la caída de las reservas hoteleras, entre los principales segmentos impactados. 

A nivel global, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) estimó en US$ 72 mil millones las pérdidas mundiales en el sector a consecuencia del coronavirus.

Suspenden las clases en el primer año de Derecho de la UNT por el coronavirus

La FAEVYT recordó en un comunicado, que antes de ir a la reunión con Lammens, la entidad "reunió a sus representantes regionales y sectoriales en una mesa nacional de crisis ante la situación nacional e internacional consecuencia del avance del Coronavirus (COVID-19), caracterizado por la Organización Mundial de Salud (OMS) como pandemia, que limita la libre circulación de personas en 114 países, entre ellos Argentina, con consecuencias devastadoras para la industria turística".