Escoltado por seis patrulleros y varios motoristas, Luis Rafael Piccinetti arribó a la provincia tras haber pasado ocho años prófugo. Los flashes y las cámaras lo esperaban en la puerta de la sede de la división Homicidios de la Policía, donde bajó del vehículo en absoluto silencio.

Una persona cobrará $500.000 de recompensa por la detención de Piccinetti

Nada se sabía de él desde febrero de 2011, cuando iban a dictar la sentencia en su contra. Él y Silvia Raquel Lai estaban acusados de haber sido amantes y de haber asesinado al marido de ella, el agricultor de Trancas Eduardo José Salas. Lai fue condenada a prisión perpetua y él deberá afrontar un nuevo proceso por no haber asistido al final del juicio.

FUERTE CUSTODIA. Seis patrulleros y varios motoristas escoltaron al ex prófugo hasta la división Homicidios. FOTO LA GACETA/HÉCTOR PERALTA

Tras ocho años de incertidumbre, se supo que Piccinetti había estado en Bolivia con una identidad falsa, que había formado pareja con una mujer de alto poder adquisitivo y que tenía dos gimnasios en Cochabamba.

Piccinetti siempre estuvo en Bolivia y cambió su aspecto

Pero la verdadera sorpresa llegó con su imagen: ayer se vio a un Piccinetti renovado, con el pelo rubio, barba candado y una sonrisa tallada en su rostro. Su nariz tampoco es la misma y los pesquisas no descartan que se haya sometido a una cirugía estética para evitar ser reconocido.

CAMBIADO. Piccineti, rubio (actual) y con su color de cabello natural (2011).

Por disposición de la Sala IV de la Cámara Penal, hoy pasará su primera noche en Villa Urquiza y allí permanecerá hasta que se inicie un nuevo juicio en su contra, el cual podría darse antes de fin de año.