Un joven tucumana necesita un transplante bipulmonar de forma urgente y está internada en el hospital Italiano, en Buenos Aires. 

Silvana Pérez contó que desde hace seis años empezó con los síntomas de esta enfermedad: se agitaba y se desmayaba, sin embargo en los estudios no figuraba nada. Le dijeron que podía ser asma o ataques de pánico. Dos años después le dieron el diagnótico correcto: hipertensión pulmonar.

Pérez es oriunda de Trancas y se encuentra en la lista de emergencia del Incucai.

Contó que últimamente se sentía triste y desanimada, pero que estaba segura de que va a reponerse.

"Creo en la gente, porque es la única manera de seguir en este mundo, donando los órganos y así están salvando la vida de muchos inclusive la mía. Los órganos no van al cielo y en la tierra salvan la vida”, afirmó Silvana. 

Pérez le dijo a LA GACETA que está estudiando abogacía y solo le faltan siete materias para recibirse.

Hace cuatro años comenzó con el tratamiento, pero se trata de una enfermedad crónica que avanza sin parar. 

"Me voy preparando psicológicamente y físicamente con la comida y ejercicios para que me realicen la cirugía. Sólo espero la solidaridad de la gente de la familia que a pesar de estar en una situación tan vulnerable, como lo es la pérdida de un ser querido, que done sus órganos", se sinceró Silvana.

"Quiero recuperarme y regresar a Tucumán. Quiero terminar la facultad y compartir tiempo con mi familia y amigos. Estoy poniendo esfuerzo y voluntad a este gran y el mayor desafío de mi vida", cerró. 

La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial alta que afecta a las arterias de los pulmones y al lado derecho del corazón.

No existe cura para la hipertensión pulmonar. El tratamiento de puede controlar los síntomas. Para tratar esta enfermedad cardiaca o pulmonar, se puede hacer con medicinas, oxígeno o terminar en un trasplante de pulmón como es en este caso.