En nuestro país, y también en nuestra provincia, la aplicación de estas innovaciones tecnológicas tardan en llegar. No es posible hablar de realidad virtual y aún parece estar muy lejos el poder hacerlo.

El deporte motor es uno de los más convocantes en la provincia. Eso lleva a la necesidad de transmitir a cada uno de los hogares cada competencia. En muchos casos es televisiva: apuestan por el deporte y hacen uso de los derechos para la transmisión. En otros casos, aparece el streaming a través de distintas páginas de internet para que el fanático no se pierda de nada. La expectativa está en la calidad de la imagen que posibilita, o dificulta el disfrute desde la comodidad desde donde cada uno esté.

La innovación llega a través de cámaras colocadas en distintos puntos de los circuitos y que entregan una imagen distinta y novedosa desde las cercanías de la pista de rally, motocross, o la competencia de turno. Al mismo tiempo permite un mayor vínculo entre la carrera y el espectador que, originariamente, observa frente a la frialdad de una pantalla.

El uso de drones es algo que se popularizó mucho en los últimos años y que también aterrizó en los motores. Estos permiten captar imágenes aéreas que, por un lado, dan una visión panorámica del espectáculo y, por otro lado, complementan el mismo show: permiten tener una mayor dimensión del público y de las inmediaciones, además de lo que ocurre dentro de la pista.

Con ilusión a futuro, el paso de competencias del nivel del Dakar por Sudamérica, genera expectativa hacia la implementación de nuevas formas de transmisión.