El perito Jorge Mazuy intentó justificar algunas de las irregularidades registradas en la escena del hallazgo del cuerpo de Paulina Alejandra Lebbos en el juicio por la desaparición y el crimen de la estudiante. En la audiencia de ayer argumentó: “hacía pocos meses que habíamos ingresado a la Policía”.

Mazuy se desempeñaba como planimetrista de la División Criminalística Norte. El sábado 11 de marzo de 2006, cuando los baquianos Sergio y Marcelo Goitea encontraron los restos de Paulina, había acudido a Raco para realizar pericias en una casa donde había ocurrido un robo.

En el camino de regreso, el comisario Enrique García, quien actualmente cumple una condena por haber falsificado las actas donde se informaba del hallazgo del cadáver de la joven, lo habría llamado para que regresen.

Según su versión, García les dijo que se dirigieran a la ruta 341, a la altura de La Yesera, donde habían encontrado un cuerpo. “Que yo haya visto, nadie más llegó hasta el lugar donde se encontraba el cadáver de la estudiante”, dijo.

Falencias

Ayer, Mazuy contó que a pesar de no contar con el equipo necesario, “por ejemplo indumentaria para no contaminar la escena”, bajó hasta el lugar del hallazgo junto al comisario.

El perito agregó que realizó un bosquejo de la escena, pero que después “lo tiró a la basura”, cuando supo que Criminalística de la de la Unidad Regional Capital se iba a hacer cargo de las pericias.

Aclaró que por ese motivo no documentó esas actuaciones. “Para mí, el bosquejo no contenía ningún tipo que pudiera ayudar a la investigación de esta causa”, aseguró dirigiéndose al tribunal integrado por Dante Ibáñez, Carlos Caramuti (presidente) y Rafael Macoritto.

“Nadie me ordenó que no haga la planimetría. Nosotros quedamos desvinculados”, señaló. Además, aclaró que en el lugar “el jefe de Policía (Hugo Sánchez) le preguntó a la doctora (Lilia) Moyano (actualmente investigadora del Ministerio Público fiscal que también deberá declarar en el caso) quién iba a trabajar y ella le dijo que Criminalística Capital”.

Llamadas

Además, el uniformado declaró que vio que García informaba telefónicamente del hecho. “Creo que a su superioridad. En este caso sería el jefe de la Regional Norte”, expresó.

En esa época, el superior directo de García era el comisario Héctor Rubén Brito, uno de los jefes policiales que llegó al juicio imputado por el delito de encubrimiento. Por ese delito, también están siendo enjuiciados Eduardo di Lella (ex secretario de Seguridad), Sánchez (ex jefe de Policía), Nicolás Barrera (ex subjefe de la fuerza) y Hugo Rodríguez (ex policía que acudió al lugar del hallazgo por pedido de los hermanos Goitea).

A pesar de haber ingresado hacía pocos meses a la fuerza, Mazuy indicó que sí tenía conocimientos sobre cómo se debía actuar en esos casos, ya que había cursado estudios en criminalística. “Se me pasó, lo tomé como algo obvio. Sólo nos ordenaron que tomemos fotos, no recibimos ninguna otra orden”, manifestó.

“Se auto incriminó. Dijo que bajó con García, a pesar de sus conocimientos en criminalística no hizo nada de lo que tuvo que haber hecho. No le importó nada. Destrozaron la escena”, opinó Alberto Lebbos durante un receso.

Un vehículo y tres desconocidos
Al comienzo de la audiencia, el tribunal le mostró al perito Jorge Mazuy las fotos de la escena que había registrado su compañero, el fotógrafo Adrián Toledo. En una de esas imágenes se observa un vehículo (posiblemente una camioneta blanca). Junto al rodado hay tres personas. 
El vehículo está estacionado a pocos metros del lugar donde estaba el cuerpo de la estudiante. 
“No recuerdo (si el vehículo) estaba desde antes que lleguemos”, explicó. “¿Nadie hizo nada por identificarlo? ¿Estaban estacionados en la escena de un crimen?”, lo inquirió el juez Dante Ibáñez. 
Por pedido de Gustavo Morales, defensor de Eduardo Di Lella, esas fotografías fueron remitidas a la Policía Federal para que se realicen ampliaciones. “Podrían ser baquianos, pero es importante identificarlos para que digan qué es lo que vieron”, comentó Morales.
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advertencia
El juez Carlos Caramuti puso orden en la jornada de ayer. “No introduzcan indicaciones. Les voy a sacar la palabra. Sean cuidadosos”, dijo ante las interrupciones de los abogados defensores.
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órdenes
 Jorge Mazuy no supo explicar cómo fue que no recibieron ningún tipo de indicación en la escena del hallazgo de parte del comisario Enrique García, quien era jefe de la comisaría de Raco.
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recursos
Mazuy confirmó que la unidad en la que se desempeñaba no los proveía de los elementos necesarios para realizar su trabajo. Ayer dijo que ni siquiera contaba con un teléfono para llamar.


Un vehículo y tres desconocidos

Al comienzo de la audiencia, el tribunal le mostró al perito Jorge Mazuy las fotos de la escena que había registrado su compañero, el fotógrafo Adrián Toledo. En una de esas imágenes se observa un vehículo (posiblemente una camioneta blanca). Junto al rodado hay tres personas. 
El vehículo está estacionado a pocos metros del lugar donde estaba el cuerpo de la estudiante. 
“No recuerdo (si el vehículo) estaba desde antes que lleguemos”, explicó. “¿Nadie hizo nada por identificarlo? ¿Estaban estacionados en la escena de un crimen?”, lo inquirió el juez Dante Ibáñez. 
Por pedido de Gustavo Morales, defensor de Eduardo Di Lella, esas fotografías fueron remitidas a la Policía Federal para que se realicen ampliaciones. “Podrían ser baquianos, pero es importante identificarlos para que digan qué es lo que vieron”, comentó Morales.

Advertencia
El juez Carlos Caramuti puso orden en la jornada de ayer. “No introduzcan indicaciones. Les voy a sacar la palabra. Sean cuidadosos”, dijo ante las interrupciones de los abogados defensores.

Órdenes
Jorge Mazuy no supo explicar cómo fue que no recibieron ningún tipo de indicación en la escena del hallazgo de parte del comisario Enrique García, quien era jefe de la comisaría de Raco.

Recursos
Mazuy confirmó que la unidad en la que se desempeñaba no los proveía de los elementos necesarios para realizar su trabajo. Ayer dijo que ni siquiera contaba con un teléfono para llamar.