En el sector industrial se espera un año con un crecimiento moderado en algunas ramas, mientras que otras sufrirán por la competencia de bienes del exterior; el rubro automotor es protagonista, junto a los vinculados al campo y a la construcción, señala un informe del diario La Nación. El año pasado, la producción industrial argentina tuvo un avance del 1,8% en promedio: seis ramas industriales que monitorea el Indec tuvieron un crecimiento y otras seis, cayeron. Los sectores que empezaron a despegar son los vinculados a la construcción y al campo. El fuerte impulso a la obra pública del Gobierno nacional traccionó fuerte a rubros como el acero o la producción de cemento. “La industria automotriz empezó a sentir el despertar de Brasil, que en la última parte de 2017 comenzó a crecer luego de una de sus peores crisis económicas”, explicó Diego Coatz, economista de la UIA. Otros sectores siguieron en caída, como el de productos textiles o electrónicos y la industria alimenticia. “En general, aquellos sectores con mano de obra intensiva son los que siguieron cayendo”, analizó Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina. A largo plazo hay inquietud en la industria. Se le reclama al Gobierno más rapidez en la baja de impuestos, menos atraso cambiario y una política menos aperturista. Desde el Gobierno dicen que no hay apertura indiscriminada. El déficit comercial industrial en el comercio exterior llegó el año pasado a U$S 48.000 millones, una verdadera aspiradora de divisas que se compensa con los dólares que entran por emisión de deuda o inversiones financieras.