El último pitazo de Fernando Rapallini pareció bastante contundente: la final en Mendoza se terminó y Atlético perdió la chance de consagrarse como campeón tras un año maravilloso para su rica historia. Listo, todo terminó. ¿Todo terminó? ¿Ya no ha nada qué hacer? No tan rápido pareció decir Ricardo Zielinski tras la derrota en la zona mixta que le correspondió a Atlético, en el subsuelo de una cancha que ya de por sí, esta enterrada en pleno parque General San Martín.


La Copa Argentinase la puede haber llevado Leonardo Ponzio y compañía pero la enseñanza se la quedó el “Ruso” y sus muchachos. “Esto nos deja un aprendizaje: en una final, cuando llegás al arco contrario, tenés que convertir”, dijo el entrenador y por más de que parezca una verdad de Perogrullo, se trata de la primera final para esta camada. Fueron 90 minutos experimentando una sensación que jamás habían tenido y que ahora ya saben cómo es. “El aprendizaje es que cuando tenés situaciones, hay que convertirlas”, coincide Luis Rodríguez. Él convirtió una de las que tuvo pero después del 1 a 1, llegaron tres o cuatro que no terminaron en el fondo de la red, lo que hubiese dejado adelante en el marcador a Atlético. A eso se refiere el entrenador y su delantero.

“Ahí (después del 1-1) estuvo nuestra chance para quedarnos con el partido. Repito, hay que convertir cuando llegás a situación de gol, hay que convertir”, repetía el técnico. “Sobre todo si el equipo rival es River. Tiene jugadores que resuelven en forma individual sin la necesidad de jugar bien. El gol de “Nacho” (Ignacio Fernández) es una muestra de ello”, agregó.

“Fue un golazo que sólo hacen los jugadores de equipos grandes, no hay mucho más para contar”, analizó Rafael García, el marcador central “decano”.

Poca efectividad arriba y calidad en los delanteros rivales no es un escenario del que Atlético se haya despedido definitivamente, por eso sirve la lección. “Dentro de poco vamos a jugar una Copa Libertadores, y todos los partidos van a ser finales. Nosotros tenemos que mejorar en este y muchos otros aspectos”, agrega Zielinski.

Vaya si el partido número 48 en el año para Atlético le dio la experiencia y el roce que necesitaba para afrontar otro año trascendental para su historia al “Decano”, como 2018. “El resultado no se dio, pero ahora hay que mirar para adelante. Tenemos un torneo local y una Copa Libertadores para jugar”, palpita el DT, que no se va con la copa, pero sí con pequeños detalles que le terminarán sirviendo para el día de mañana.