Entrando en la curva descendente de la primera de dos semanas del mercado de pases, en Atlético están firmes en una postura: mantener al grupo. Pero así como aseguran que todos son importantes, por otro costado de esta historia prenden velas para que algunos jugadores pidan rescindir e irse.

Si el milagro de sucede -así bromean desde adentro del club- Atlético tendrá vía libre para buscar lo que necesita con mayor soltura. De hecho, el ranking de necesidades esta tan claro como el agua para el cuerpo técnico: un centrodelantero, un volante central o un lateral izquierdo. En realidad, no importa el orden, la idea es que lleguen dos futbolistas para cubrir alguno de esos puestos. El punto neurálgico es que nadie quiere aflojar a dar el paso inicial a una conversación que termine en rescisión de contrato. Atlético no indemnizará.

Otro tema: los jugadores que son importantes no se irán ni por todo el dinero del mundo. Se rechazaron en su momento ofertas por Nicolás Romat, Pablo Garnier, Bruno Bianchi y Pablo Cáceres. Lo que en Atlético necesitan es que algún club esté interesado en sus soldados reserva para abajo. O sea, los que tienen menos rodaje o casi nulo.

En caso de que nadie pida irse o un club lo pretenda, donde sí se hará el esfuerzo, por necesidad más que nada, es para contratar un lateral zurdo. El 5 y el 9, en cambio, son gustos del DT y no una necesidad imperiosa.