Jorge Rocchia Ferro, titular de la Compañía Azucarera Los Balcanes, dijo ayer que “no le importa la modificación de la Ley Azucarera”, pero sí le preocupa “los tucumanos, los cañeros chicos, mis obreros y que haya paz (en Tucumán)”. El también presidente de la nueva Cámara de Alcohol y Azúcar realizó esas declaraciones antes de ingresar a la reunión en la Casa de Gobierno entre los funcionarios del Poder Ejecutivo (FE) y los industriales, en el marco de la crisis azucarera. “Nosotros no venimos a pelear. Tucumán merece que demos un gesto de grandeza de todos”, enfatizó.

Planteó como solución el aumento del 2% del corte del programa Bioetanol y que el problema actual en la actividad se debió a la falta de inversión de algunos ingenios en ese plan nacional, pero no a la desunión del sector. “He sido y soy peronista, y he creído en este gobierno cuando me dijo que apueste al alcohol, como lo hicimos”, expresó. Además, señaló que la protesta de cañeros del martes no fue multitudinaria. “A la movilización vinieron 170 personas, 100 empleados que trajo el ingenio Leales, de Juan José Budeguer, 20 cañeros y 20 curiosos más”, manifestó. El empresario hizo referencia a la opinión del intendente capitalino Domingo Amaya y puso en duda la representatividad de Marcelo Fernández, dirigente de los cañeros del este.