Atlético es para con su rivales lo que la termita con la madera. De a poco va comiendo su estructura hasta derrumbarla. Está claro que en su función defensiva, con y sin la pelota, el “decano” está rindiendo exámenes finales antes de buscar un doctorado en esa ciencia. Lo que todavía le falta es pasar por el primario del arte del ataque. No es que sea un iniciado en la materia, pero sí le cuesta horrores mantener una misma sintonía durante los 90 minutos.

Con sus pro y contras a cuestas, Atlético logró acomodarse entre los de arriba de la B Nacional. Es protagonista, guste o no guste. Es efectivo, sí. Vistoso, ni, y el hincha lo hace saber. “Y, es lógico que siempre pidan más en equipos que están arriba. Y más a un grande como Atlético. Las exigencias van a ser ganar todos los partidos”, razona Leandro González, uno de los llegados esta temporada que se acomodó en el 11 ideal de Juan Manual Azconzábal desde el inicio del torneo y casi que no salió más (fue suplente en la fecha 5). En una función conocida, pero no natural para él, González cambió el rótulo de delantero veloz por extremo obligado a marcar en defensa y a llegar por los costados lastimando al rival y asistiendo a sus compañeros. González forma parte del partido obrero en que se convirtió el “decano”.

“No hay estrellitas, laburamos y corremos los 11. Somos 30 en el plantel, más el cuerpo técnico, y tenemos que ser así, humildes y trabajadores. Esa es la única manera que tiene Atlético para volver a Primera división”, pinta el horizonte el ex Estudiantes con un lanzallamas.

Entiende, además, el hombre que en el fútbol argentino mandan los resultados, y que si el equipo juega mal pero suma, está bien. Prefiere jugar mal y sumar de a tres que jugar lindo y sufrir. “Yo siempre quiero ganar. Es así. Acá mandan los resultados y a veces ganar medio a cero es importante. Y más en un torneo largo como este, en el que varios equipos ya se empezaron a quedar atrás. En las próximas tres o cuatros fechas se van a cortar algunos equipos y va a quedar todo definido como para pelear después”. En ese lote de los distintos, de los candidatos al ascenso está el “decano”. Y hoy, cuando reciba a Douglas Haig a las 17.45, cazar la victoria lo es todo, sobre todo teniendo en cuenta el drama que fue para los hinchas y los jugadores esta tanda de dos empates en fila (Patronato y All Boys).

“Tengo la suerte de tener varios amigos que juegan al fútbol y me han comentado de los partidos que han visto que somos el equipo que mejor juega en la B Nacional. Atacamos con casi seis jugadores y defendemos casi todos. No hay que dramatizar tanto por los resultados”, pide paciencia Leandro, que no le escapa a la realidad que dice que Atlético arranca picante y termina dulce y gentil con el enemigo. Le da vida. O no lo mata, en realidad.

“Tenemos que ajustar un par de cositas en los segundos tiempos para tratar de llegar a lastimar y así manejar los partidos. Últimamente nos está pasando de no encontrar ese punch final de mitad de cancha hacia adelante que antes hacíamos bien. Pero más que nada hace un partido y medio que nos pasa eso -aclara-. El segundo tiempo con Patronato no fue el mejor y aun así creamos algunas situaciones. Y el otro día con All Boys no creamos casi nada. Mejorar esa parte, sobre todo ahora que somos locales, es clave. Tenemos que tratar de lastimar enseguida como lo veníamos haciendo”, tira la consigna del grupo González, y acepta. “El equipo sufre bajones como todos y por ahí se sintieron en estos últimos dos partidos”.

Las críticas son moneda de cambio. “Siempre están cuando el equipo juega mal. Nosotros somos los primeros que hacemos autocrítica. Eso siempre va a ser así. El futbolista sabe qué hizo bien y qué hizo mal. Obviamente, en el fútbol argentino nos metemos en la vorágine de querer ganar siempre 4 a 0 y siempre es el rival que no juega a nada. No es así”.

Otra final más

¿Cómo toma esta previa con Douglas? “Es otra final más. Acá tomamos todos los partidos como tal. Se puede jugar bien, regular o mal, pero la actitud que tiene este equipo de siempre buscar el resultado es impresionante”. Fin.