Douglas Haig, el equipo que juega mejor fuera de su casa

Ubicado justo en la mitad del pelotón, a priori, Douglas Haig parece no ser un rival de temer para Atlético. Pero el concepto más bien es superficial porque si se toman en cuenta las estadísticas, que tampoco cuentan cuando la pelota comienza a rodar pero valen, el equipo de Pergamino se convierte en un enemigo pegajoso, molesto y complicado de roer.

Lo que hoy encarará el “decano” desde las 17.45 en el Monumental es un desafío doble: está obligado a ratificar que la tanda de empates -jugando mal por momentos- contra Patronato y All Boys fue apenas un pozo de aire en el vuelo a Primera y, a su vez, está obligado, también, a destrabar lo que en principio intentará proponer Douglas: cerrarse bien atrás, reducir los márgenes de control del balón del anfitrión y salir disparado de contra. “Ya nos conocen los rivales”, admitió Franco Quiroga el viernes pasado, como explicando que es el propio Atlético el que debe descifrar las combinaciones de la caja fuerte del enemigo y no el enemigo el que deba brindarle los números salvadores.

Douglas, pese a sus 19 puntos, juega mejor de invitado. Jugó seis partidos, perdió tres y ganó la otra mitad. Venía de tres derrotas al hilo que supo contrarrestar con dos empates y una victoria. Ante un oponente que se supone inferior, Atlético deberá bancar la parada.