ACTÚAN HOY

• A las 22, en el teatro Mercedes Sosa (San Martín 498). Otras funciones sábado, domingo, lunes y martes.

¿Qué le preguntamos a Daniel Rabinovich? La consigna era que había que hacer el reportaje por correo electrónico, así que los redactores de Espectáculos sugirieron, cada uno, tres preguntas. Difícil consultarlo con algo original. Lo que no se sabía era hasta qué punto, por más trilladas que fueran los interrogantes, la originalidad, la sorpresa y, por supuesto, la gracia de marca registrada atravesarían las respuestas.

Rabinovich es la cara visible de Les Luthiers, para quienes están de más las presentaciones. Lo que no sobra es recordar que, precisamente, el 4 de septiembre, pero de 1967, Rabinovich, Gerardo Masana, Marcos Mundstock y Jorge Maronna, fundaron el grupo, al escindirse de I Musicisti: ayer cumplieron nada menos que 47 años ¡haciendo reír!

Tucumán los hizo propios desde antes, cuando con su anterior formación participaron del Sexto Festival de Coros Universitarios, en 1965, cuando estrenaron sus primeros instrumentos no tradicionales. Y lo ratifica en este presente con cinco funciones a sala llena, hasta el martes.

- Varios grupos exitosos se disolvieron por los proyectos personales ¿Sienten que alguna vez llegó a peligrar Les Luthiers?

- Sí, pero no por los proyectos individuales o personales. En general fueron temas de competencia, de rivalidad y de celos profesionales. Especialmente de los demás hacia mí...

- ¿Siguen haciendo terapia de grupo?

- No, lo hicimos durante veinte años una vez a la semana, en las temporadas en que estábamos en Buenos Aires, aproximadamente por seis meses. Fue de gran ayuda para la buena convivencia y la creatividad del grupo.

- ¿Qué fue lo más gracioso que les pasó sobre el escenario?

- Siempre es gracioso actuar, cantar, tocar y divertirnos arriba del escenario. Si debajo de él hay público, mucho mejor.

- ¿Por qué eligieron “Lutherapia” para una gira, siendo que tiene varios años y ya se comercializa en DVD?

- Por razones de gusto personal: nos encanta el espectáculo y no fue a Tucumán… Ya era hora.

- Pese a que es un espectáculo conocido, agota entradas. ¿Qué genera tanto magnetismo?

- Los imanes que tenemos instalados bajo el sillón del terapeuta y el diván del paciente.

- Después de tanto tiempo y aplausos, ¿qué autocrítica se hacen?

- ¿Auto qué?

- ¿Vislumbran algún heredero de su humor?

- Antecesores, coetáneos y futuros, claro.

- ¿Les interesa tener sucesores?

- No especialmente.

- ¿Cómo hacen para competir contra ustedes mismos?

- Competimos mucho más entre que contra nosotros mismos.

- ¿En qué momentos extrañan a Roberto Fontanarrosa?

- Cuando necesitamos su apoyo creativo, sus chistes sobre proyectos nuestros, concretamente. Y en lo personal, todo el tiempo.

- ¿Qué queda en ustedes del espíritu que los unió en el coro de la UBA?

- Todo el entusiasmo, parte del cabello y mucho humor.

- ¿Cuánto de la vida diaria comparten?

- Depende de las épocas del año. Pero mucho más de lo que la gente imagina: somos muy buenos amigos.

- Algunos de ustedes son vecinos en Vicente López; ¿se ven o se juntan en el barrio?

- Claro, y vamos a los ensayos, reuniones y funciones juntos también.

- En las giras, ¿se alojan en el mismo hotel o comen juntos?

- Cada cual elige el hotel y los horarios y lugares de comida. Muchas veces coincidimos. A veces alguno tiene ganas de alojarse más lejos o comer solito y respetamos mucho esas decisiones. Cuando pago yo la comida, habitualmente vienen todos.

Jorge Maronna
Carga con la responsabilidad de organizar los ensayos

Entre sus múltiples labores, a Jorge Maronna le cabe la responsabilidad de definir los días y horas de ensayo, y el contenido de cada uno. “El grupo es muy disciplinado, pero hay que ordenarlo, y de eso me encargo. Coordino nuestro trabajo con el de nuestros técnicos y el de nuestro luthier, Hugo Domínguez, tratando de que sea de una manera eficaz y racional. Por lo general, mis compañeros llegan a los ensayos sin tener idea de qué van a hacer y confían en que yo lo sepa y no les haga perder el tiempo. ¡Ilusos!”, afirma ante la pregunta que le formuló LA GACETA.

- ¿Los compromisos con Les Luthiers obstaculizan sus otras actividades artísticas?
- Aunque es bastante nutrido, el calendario de Les Luthiers deja suficiente tiempo libre para otras actividades. Yo suelo pasar mucho tiempo con mi familia, y a veces componiendo o escribiendo.

Carlos Núñez Cortés
El bioquímico que construyó el tubófono cromático

“Luthier de Les Luthiers ha habido varios. En un comienzo fue nuestro compañero -ya fallecido- Gerardo Masana, creador de los primeros instrumentos informales. Más tarde se agregó el médico y psicoanalista Carlos Iraldi, y en la actualidad hay dos artesanos que trabajan con nosotros: Fernando Tortosa y Hugo Domínguez. Mi participación ha ido decreciendo con los años, y actualmente me limito a supervisar los nuevos proyectos y a proponer soluciones a los problemas que se plantean en su construcción”, admite Carlos Núñez Cortés, quien elaboró personalmente el tubófono silicónico cromático y el glamocot, entre otros.

- Usted se recibió de bioquímico, ¿alguna vez se dedicó a esa profesión?
- Claro que sí. Lo hice durante unos años, en serio y con vocación. Pero se ve que la música y el teatro me “tiraron” más.

Marcos Mundstock
¿Le gustaría protagonizar algún filme, y con cuál historia sería?

Me gustaría, aunque no me imagino en qué historia en particular. Puede ser una comedia o un drama, pero me tendría que atraer mucho el proyecto y mi personaje.

Carlos López Puccio
¿Cómo el humorista se transforma en un director de coros serio?

Este tema está ampliamente desarrollado en un estudio sobre casos similares publicado por Robert Louis Stevenson: “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hyde”.

Daniel Rabinovich es escribano público. “Doy fe” de todo lo que hace Les Luthiers, le respondió a LA GACETA, sin mencionar lo que obviaría de registrar.