“La palabra es una herramienta y hay que pensar muy bien cómo utilizarla”, sostiene Pedro Noli. Así que va por la vida con la caja de herramientas bien provista; martillos con forma de adjetivos y pinzas que se transforman en metáforas. “Dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo”, su primer libro, está compuesto por historias escritas en la ruta. Pero no se trata de la narración lineal de un periplo de ensueño alrededor del globo -en 100 días exactos-; mucho menos pretende ser una guía para viajeros. “Es mi mirada de esos lugares -apunta Noli-, la forma en la que los conocí y los entendí. Creí que la mejor manera de compartir esas vivencias era con forma de libro. Aquí está”.

A Phileas Fogg le tomó 80 días dar la vuelta al mundo. Claro, había un interés romántico de por medio. Noli viajó con el espíritu festivo que transmite desde la tapa del libro: un salto en la inmensidad australiana, con el riguroso cartel que anuncia la proximidad de los canguros. “Cuando viajo me atraen las personas, las conversaciones. De allí surgen las historias”, apuntó. Algunas de esas experiencias tomaron forma de post en Facebook. Fue la urgencia del cronista-escritor.

La travesía fue un poco en barco y un poco en avión, acompañado por su hermana, María Luz. Atención con el itinerario: Barcelona, el Mediterráneo y la isla de Funchal (“donde nació Cristiano Ronaldo, ¡y no hay ningún potrero!”); el Caribe, Colombia, México, San Francisco, Hawai (“un paraíso fantástico, con todos los verdes que hay en el mundo”), Samoa, Fiji, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Tailandia, India, el golfo pérsico y Roma.

Las historias mínimas de “Dame la mano...” pueden leerse por sí solas. No busquen este libro en los anaqueles de las guías turísticas. Eso sí: hay un notorio cuidado por la calidad de la edición, en papel ilustración, con muy buenas fotos y diseño de Sergio Allende. Así se presentó en el Mayo de las Letras.

- ¿Podés elegir tres de estas historias?

- A ver... (Noli hojea el libro. Le cuesta decidirse. Lógico: las quiere a todas por igual). Está la del taxista de Cartagena de Indias, que me contó sobre la prostituta que denunció a un custodio de Obama porque no quiso pagarle. ‘Es hermosa, pero sobre todo valiente’, me dijo... O cuando perseguimos ballenas en el cabo San Lucas... O el festejo de carnaval en Hawai”.

La contribución de Noli fue doble en el Mayo de las Letras. Junto a Ezequiel Svetliza y Bruno Cirnigliaro disertaron sobre Tucumán Zeta, la revista digital que lleva un año y medio de existencia. “La crónica es un género difícil de abordar en los medios clásicos -explicó-. Tiene otros tiempos, velocidades y requerimientos”. Tucumán Zeta es eso: la crónica en estado puro.