BUENOS AIRES.- El fiscal José María Campagnoli, suspendido a pedido de la procuradora Alejandra Gils Carbó cuando investigaba una causa ligada al empresario kichnerista Lázaro Báez, avanzaba en una pesquisa que involucraría al ahora ex presidente de River Daniel Passarella, a otros dirigentes de su recientemente finalizada gestión y a barras bravas por una red de reventa de entradas, según reveló el diario deportivo Olé.
   
Según la nota, Campagnoli había pedido varios allanamientos y las detenciones de Passarella, el vice primero, Diego Turnes, y barras bravas, y también la de Diego Rodríguez, hermano de la ministra de Seguridad de la Nación, María Cecilia Rodríguez.
   
Siempre de acuerdo a la investigación publicada en la edición de hoy en papel de Olé, hasta allí llegó Campagnoli pues luego fue suspendido y encara un jury de enjuiciamiento. En la publicación, Olé transcribe diálogos telefónicos rescatados de escuchas. Una de ellas entre Turnes y Martín Araujo, uno de los jefes de la barra.
   
La investigación es en torno a la reventa de entradas que debían ir al canje para socios que se hace vía Internet. Los socios se quejaban que cada vez que querían ingresar a la página estaba saturada y cuando lo lograba las entradas ya estaban agotadas en cuestión de minutos.
  
Según Olé, además de investigar Passarella y Turnes, la pesquisa abarcaba también a Gustavo Poggi, responsable del área de socios en la gestión del Kaiser, al ex vocal Eduardo Rabufetti. También investigaba a un gerente de la empresa dedicada a hacer el canje de entradas, dos policías de la Federal y a los barras bravas Araujo, Guillermo Godoy, Matías Goñi y José Uequín.
  
El circuito que siguió Campagnoli empezaba en la entrega a barras de un pendrive con una lista de unos diez mil socios que no solían  asistir a la cancha, los boletos iban a reventa por parte de los barras, comercializándolas en paginas como Mercado Libre y en una oficina.
  
El diario Ole anunció para mañana la relación entre los barras y el Gobierno nacional. (DyN)