Estudiantes de Filosofía levantarán la toma el sábado. A las 15 de ese día se reunirán para definir de qué manera continúa el plan de lucha, pero no podrá votarse ese día la continuidad de la toma. Así lo resolvieron ayer en una asamblea que se realizó desde poco antes del mediodía hasta cerca de las 18.

Además, los estudiantes, que mantienen tomada la unidad académica desde hace 50 días, votaron que el viernes se realice una sesión del Consejo Directivo de esa facultad. Básicamente, piden que el máximo órgano deliberativo de de gobierno de Filosofía garantice la reprogramación del cronograma académico y que no se perseguirá a ningún estudiante que haya participado en la medida de fuerza.

También decidieron aceptar la oferta que elevaron la decana, Judith Casali de Babot, la vicedecana, Rossana Nofal, y otras autoridades de la facultad, referidas a que los estudiantes seguirán gestionando el "aula bar" tras la toma y que la gestión dará microondas, pavas eléctricas, aire acondicionado y mobiliario para ese espacio.

Filosofía fue la primera facultad de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) tomada durante este año -llegaron a ser cinco en simultáneo-. La medida se decidió el 27 de agosto, luego de que se conocieran dos presuntos casos de abusos a alumnas de la UNT, por el parque 9 de Julio, con 15 días de diferencia uno de otro. Al día siguiente se tomó Psicología; el 12 de septiembre, Naturales (se levantó el martes) y el 16 de ese mes, Artes (hará su asamblea el sábado). En general reclaman, entre otros: declaración de la emergencia en violencia de género, implementación de las leyes 26.150 (Educación Sexual integral) y 26.485 (Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres), boleto educativo gratuito y comedores.

Relevamiento

Hora antes de que se realice la asamblea, profesionales del área de Planeamiento de la UNT relevaron el "aula bar", donde desde que se inició la toma los estudiantes gestionan un comedor. De acuerdo a la primera e informal conclusión a la que arribaron, la estructura no presentaría mayores problemas, pero a la infraestructura habrá que revisarla con lupa.

Entre otras, la comisión creada por el Rectorado para analizar proyectos de comedor universitario, maneja la posibilidad de que allí funcione -en forma temporal, hasta que se abra un comedor definitivo-, un espacio donde la comunidad del centro universitario Julio Prebisch -involucra las facultades de Filosofía, Psicología y Odontología- y de Educación Física pueda comer.

"En principio, en la estructura hay algunos problemas, pero se podrán resolver. En la infraestructura tengo dudas, bastante grandes. Además, se trata de una parte costosa. En cualquier vivienda, el tema de los sanitarios y la cocina es lo más caro,", afirmó el secretario de Planeamiento, Carlos Prieto.

El funcionario estuvo acompañado por un ingeniero (Miguel Ángel Julián) y por tres arquitectos (Roberto Tejero, Víctor Zelaya y Ariel Gómez); se hizo presente también el consejero superior no docente, Ángel Morales. Prieto llegó al lugar con dos ideas que preparó, sobre la base de estudios anteriores realizados en el lugar. La primera -comedor para 168 personas por turno- no implicaba llevar adelante grandes modificaciones en el "aula bar". La segunda -200 por turno- sí hacía necesario realizar cambios en la estructura. En ambos casos, el cupo podría ampliarse, a partir de sumar un pergolado en el acceso al "aula bar" que da a los merenderos de "Filo".

Los profesionales conversaron con los alumnos sobre las tareas que deberán realizar: apuntalar estructuras de madera, retirar el cielorraso y cambiar la instalación eléctrica, entre otras. "Ahora llevamos los datos al laboratorio. El jueves (por mañana) podremos tener un informe", dijo Prieto. Pero aclaró que a las 15 de hoy, cuando se reúna la comisión de comedor podrá dar un adelanto. "El fin es alcanzar un comedor de excelencia, para poder desarrollar el espíritu libre del universitario, donde se pueda comer y discutir", indicó.

Estudiantes no quedaron del todo conformes. Cuestionan el tiempo que llevaría acondicionar el sitio. "Nosotros planteamos medidas transitorias mientras esperamos el comedor definitivo para 2014. Por lo que nos dijeron, tardarían más de tres meses; quizás esté listo para el año que viene. Nos parece bueno que hayan venido y estemos avanzando; pero no estarían dando respuesta a nuestra demanda", advirtió Nataly Dorfmüller, miembro de la comisión del comedor.