"Me han extendido certificado de defunción en reiteradas oportunidades. Pero acá estoy, haciendo lo que mi viejo me enseñó, trabajando cada día con un sólo objetivo: hacerle bien a mi provincia". Ricardo Bussi lleva casi una década al frente de Fuerza Republicana (FR), el partido creado por su padre, el fallecido represor y gobernante Antonio Domingo Bussi. Y aunque en la arena política se anunciaba el declive de este espacio, el legislador republicano se ubicó tercero en los comicios del domingo, y como segundo espacio opositor, gracias al 8,43% de los votos obtenidos (unos 70.000).

Con estos resultados, el candidato a diputado de FR sueña con llegar a la Cámara Baja. Sobre todo por el repunte en las urnas: en las PASO para las legislativas nacionales de 2011, el bussismo había sacado sólo el 1,44% de los sufragios válidos emitidos (12.100 sobre unos 837.000).

"Hemos sabido interpretar el enojo de la gente con la presidenta de la Nación (Cristina Fernández) por la falta de generación de fuentes de trabajo, por la inflación y, sobre todo, por el tremendo flagelo de la inseguridad y de la droga", analizó Bussi.

A cargo del partido

En 2003, Antonio Bussi se impuso en las elecciones para intendente de la capital. Pero jamás asumió. Ese año, el ahora ex juez federal Jorge Parache dictó su prisión preventiva por el homicidio del ex senador provincial Guillermo Vargas Aignasse, en 1976, cuando el represor asumió los tres poderes del Estado tras el golpe militar. En 2008, el Tribunal Oral Federal lo condenó a prisión perpetua por el crimen. Murió en 2012, luego de pasar sus últimos años en arresto domiciliario.

Tras la frustrada asunción del dictador, en 2003, Ricardo Bussi se hizo cargo de Fuerza Republicana. Una década después, obtuvo uno de sus mejores resultados en las PASO del domingo. "Ha sido tremendamente difícil conducir la FR, luego de que mi padre dejara una impronta tan particular. He recibido la crítica despiadada de gran parte de la dirigencia que acompañara a mi padre durante tantos años, de manera arbitraria e injusta. Sin embargo, he querido ser leal en todos mis actos, y ponerme a la altura de las circunstancias y de las exigencias de la militancia", afirmó el legislador. Y admitió altibajos en los resultados de su carrera política. "He participado de éxitos rotundos, como en la elección de senadores nacionales de 2003, y de fracasos monumentales, como la de diputados de 2011. No soy Antonio Domingo Bussi, eso lo tengo claro; pero trato de merecer en cada acto de mi vida la enorme herencia política que he recibido", destacó.

La década de Ricardo Bussi al frente de FR tuvo situaciones positivas y negativas. En 2006, cuando la interna ardía en el espacio de derecha, conformó una dupla con su hermano mayor, Luis José Bussi, y la estrategia aplacó el clima. En 2009 las tensiones renacieron, y los hijos del fallecido represor tomaron caminos distintos, pese a que ambos habían salido electos legisladores provinciales dos años atrás. Luis José se lanzó con el partido "Republicano Fundacional", y quedó fuera del parlamento en 2011. Ricardo, que se mantuvo en FR, logró retener la banca. La Carta Magna le impide buscar un nuevo mandato, pero tras las PASO del domingo, el legislador busca regresar a Diputados.

Ubicaciones

En los comicios del domingo pasado, Bussi encabezó la lista de FR. Lo acompañaron Susana Lucena, Claudio Viña y Dora Robles.

Según los resultados provisorios de las PASO, el bussismo se ubicó como segunda fuerza opositora, detrás del frente Acuerdo Cívico y Social (ACyS), que llevará como primer candidato a José Cano.

Si bien el ACyS casi lo triplicó en votos (226.569), y el oficialista FpV sacó siete veces más sufragios (382.038), el bussismo se reafirmó como el principal espacio de derecha. En esta instancia, FR duplicó la cosecha de boletas obtenidas por el PRO (Alberto Colombres Garmendia), que consiguió 35.329 votos (4,23% del total). Por eso, Bussi aspira a quedarse con la cuarta banca libre para diputado nacional.

LA GACETA le consultó qué análisis hacía sobre estos resultados provisorios. "Supimos interpretar el enojo de los tucumanos contra la Presidenta. Y, en ese contexto, le avisamos a la comunidad que CFK pretendía una nueva reforma constitucional, con reelección incluida. Nos hemos opuesto decididamente a ello, con la autoridad de ser el único partido que se opuso a la reelección de (Carlos) Menem, y de (José) Alperovich. Y le recordamos a la gente que fueron los radicales quienes posibilitaron ambos procesos reformistas", destacó el legislador republicano.

Además, apuntó que hizo foco en un aspecto clave. "Supimos leer a tiempo que el resto de los opositores iban a hacer énfasis en la crítica a la gestión provincial, cuando en realidad se trataba de una elección nacional. De este modo nos diferenciamos del resto", remarcó. Y analizó la táctica proselitista de sus rivales en la contienda del domingo. "Los mensajes de nuestros adversarios se presentaron vacíos de contenido, mientras que el nuestro concentraba en dos palabras un cúmulo de críticas y la necesidad de un cambio", advirtió Bussi. Esas dos palabras, que se leyeron en afiches pegados en la ciudad y en varios puntos del interior, eran: "Contra Kristina".