"Vamos a hacer que las cosas sucedan", arengó Carlos Roldán a sus muchachos, y ellos siguieron el mensaje. Porque el 2-1 que San Martín se llevó de las márgenes del Río Uruguay a costa de un Gimnasia híper limitado significa mucho más que tres puntos vitales. Equivale a una bocanada de oxígeno en medio del aire contaminado que se respira por estos días en La Ciudadela. El zurdazo de sobre pique de Ermini que se metió en el ángulo a los 80', cuando parecía que el "santo" se aprestaba a encarar una nueva decepción, resultó un bálsamo, una reivindicación para este grupo de jugadores con salarios sin cobrar.

Precisamente, la victoria tuvo el plus de llegar tras una semana institucionalmente caótica, con dos días de paro y apenas un puñado de entrenamientos, y en un partido que arrancó torcido: con la lesión al minuto de Gonzalo Rodríguez y una desventaja tempranera y sorpresiva, obra de un tiro libre de Damián Lazzarini.

San Martín sintió el impacto y se demoró en tomar las riendas. Pero entre los 20 y los 30 de la etapa inicial justificó el empate. Nicolás Roldán repartió los naipes, bien secundado por Patricio Rodríguez y Chanquía. Por la banda izquierda, Lescano fue el carrilero que todos esperan de él, encarador y de buen pie, más allá del circunstancial 3 en sus espaldas. Y la suerte, esta vez le sonrió al "santo", como cuando a Catriel Orcellet se le escapó la pelota allá arriba tras un córner y Chacana, quien había perdido la pulseada con Rodríguez por la titularidad, estaba donde tenía que estar para empujar el 1-1.

Ermini terminó siendo el as en el complemento. Una doble pared con Lescano concluyó con ese feliz zapatazo para que a San Martín, al fin, se le dibujara una sonrisa en un rostro lleno de muecas sufrientes. En definitiva, en Concepción del Uruguay, llamada "La Histórica" por su rol en el pasado, San Martín se construyó una esperanza de cara al futuro. Al menos en el plano futbolístico, lo que no es poco.

CLAVES

1

Lo de Gonzalo Rodríguez es pura mala suerte. El delantero no pudo cumplir 90' en un partido culpa de lesiones tempraneras. Ayer, no llegó a los dos 2' y debió abandonar en campo de juego. Mala pata.

2

El triunfo logrado en tierra ajenas sirve de sustento como para seguir soñando con que el ascenso directo a la B Nacional todavía es posible. El equipo supo reponerse de un mal comienzo y luego imponerse ante un rival sin ideas.

3

Si algo demostró este grupo ayer es que sigue respondiendo pese a todas las complicaciones que se les presentan. Entrenó poco y nada y así y todo supo sacar fuerzas como para dejar bien parado el nombre del club.

4

Como los jugadores pusieron lo suyo, ahora esperan recibir una moneda igual a la suya. Por el momento, la Junta Fiscalizadora avisó que cumplirá. Ellos creen en la palabra de Zamora y Gasca. Por el bien del hincha, que así sea.