LONDRES.- El funeral de la ex primera ministra de Gran Bretaña, Margaret Thatcher, quien falleció ayer a los 87 años, será el miércoles y se realizará con honores militares, el mismo estatus de las exequias de la princesa, Lady Diana.

La ceremonia está un paso abajo de lo que es un funeral de Estado, el que está reservado para los monarcas y personalidades destacadas. Otro de los pocos políticos que recibió esos máximos honores fue Winston Churchill.

El cuerpo de Thatcher fue trasladado desde el Hotel Ritz, donde pasó su última noche, a un lugar desconocido. En la víspera de la ceremonia fúnebre, el féretro será llevado a la Capilla de Santa María Undercroft, en el interior del Parlamento británico, donde habrá un primer servicio religioso; al día siguiente, se realizará un desfile en un carruaje militar hasta la iglesia de Saint Clement Danes, y luego hasta la imponente catedral de San Pablo, donde será el último adiós. La ruta recorrerá lugares icónicos de la ciudad como el Palacio de Westminster, la plaza Trafalgar y la calle Fleet.

La reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, atenderán al servicio, al igual que el primer ministro David Cameron y todo su gabinete.

Divisiones

La sociedad británica está dividida por el legado de la ex premier, con festejos de detractores y tributos de seguidores. El ayuntamiento de Glasgow (Escocia) tuvo que salir a pedir a la población que evite congregarse a celebrar la muerte de la Dama de Hierro, luego de una fiesta que montaron en la noche del lunes centenares de personas en la Plaza de San Jorge, que se reunieron con pancartas y gaitas para cantar y bailar.

Una celebración similar tuvo lugar en Brixton, sur de Londres, que durante la gestión de Thatcher fue protagonista de dos grandes movilizaciones. "Su legado fue destruir los servicios públicos y aumentar la avaricia entre el sector bancario", afirmó uno de los participantes. Seis policías resultaron heridos durante una fiesta en Bristol, oeste de Inglaterra, para celebrar la muerte de la dirigente conservadora. (Télam-Reuters)