Chicos que salen de las escuelas y pisotean y graffitean los bancos; skaters; dueños de mascotas que no levantan la suciedad de sus animales; bandas que se enfrentan con otras en los espacios públicos; personas a las que les divierte hacer daño porque sí. De una manera u otra, todoplkas ellos son vándalos. Y no perdonan nada. La renovada plaza Belgrano los vienen sufriendo desde hace rato. Y al mural dañado, a las roturas en la fuente y a las distintas superficies afectadas por los maltratos se sumó algo más: rompieron una de las planchas de acrílico que rodean el monumento principal del paseo.

Ayer por la mañana, los encargados de mantenimiento descubrieron que parte de la estructura que rodea a la pirámide que mandó a construir Manuel Belgrano en 1817 fue destrozada. Y todo indica que lo hicieron a fuerza de patadas. Por mes, al municipio le cuesta alrededor de $ 40.000 reparar lo que los vándalos rompen solamente en las plazas céntricas (Independencia, Belgrano, Urquiza, San Martín, Yrigoyen, Decididos de Tucumán y Alberdi).

¿Cuál crees que puede ser la solución definitiva para frenar este problema? ¿Estás de acuerdo con que a las plazas se las enreje, tal como sucede en Buenos Aires? Contanos tu opinión.