"Trabajar aquí me genera satisfacción; la empresa me trata bien y facilita mi desarrollo profesional". Para un directivo, que sus empleados sientan algo por el estilo debería ser una meta primordial lograr. Y, mejor aun, que lo digan dentro y fuera de la empresa.

"Una buena gestión de comunicación interna genera mayor satisfacción organizacional, lo cual favorece que la empresa sea más efectiva", asevera Andrés Battig, consultor en comunicación empresarial, quien aclara que no se trata de poner un tablón de anuncios o emitir un boletín de noticias mensual; ni tampoco de actuar sólo en situaciones de crisis o en procesos de cambio.

Para que sea efectiva, la comunicación interna debe cumplir mínimamente tres condiciones, puntualiza el experto consultado por LA GACETA:

Tiene que ser permanente (no sirve guardar silencio por meses y luego saturar con información ante ocasiones puntuales).

Pertinente (hay que segmentar y adaptar los mensajes de forma tal que tengan sentido y relevancia para los destinatarios).

Finalmente, debe ser coherente (las acciones deben guardar relación con la estructura organizacional, los procesos de toma de decisión, el estilo directivo y las características del negocio, el mercado y el entorno).

La época del año invita a reflexionar sobre cómo mejorar en 2012 la comunicación interna en las empresas, con acciones de rápida implementación y bajo costo. "Aunque no existen recetas infalibles, es necesario comprender que comunicar va mucho más allá de informar", considera Battig. En este sentido, el consultor sugiere tomar en cuenta al menos cinco objetivos "puertas adentro" que incluyen, pero trascienden, al más básico de todos: informar (ver "5 pasos...").

Algunas claves
Está comprobado que los sistemas más efectivos de comunicación interna se focalizan en la necesidad de saber del empleado, más que en la de informar del management.

Algunas claves que deben guiar la comunicación interna son la creación de vínculos basados en la confianza, el entendimiento, la apertura de los directivos, la transparencia y el respeto, dice el experto en Comunicación Corporativa. Esto -aclara- de ningún modo significa comunicar todo, a todos, en todo momento: intentar ubicarse en ese extremo genera más problemas que soluciones.

En contraposición, conviene recordar que el hermetismo extremo transforma a las organizaciones en usinas de rumores, lo cual desenfoca a los colaboradores de sus tareas y responsabilidades. "La inteligencia de un individuo se evalúa por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar", sentencia Emanuel Kant.

En el mundo empresarial, parece más sensato reducir las tensiones propias de una insuficiente comunicación que poner a prueba la capacidad de supervivencia de los empleados al mutismo de sus directivos, finaliza Battig.