Cada vez entendemos más que la drogadicción no es un problema sólo de sustancias, sino que está antes. Un chico que se acerca a las drogas es un chico que antes ha sido alejado de sus derechos. El problema empieza en el otro, en aquel garante que por una u otra razón desiste de su función. Función de hacer de un infante un sujeto de derecho, por lo tanto de proyecto y lugar en lo social.

Hablamos de tóxicodependencias dentro de una serie de problemáticas actuales complejas que definen a las patologías del acto (o del vacío) como síntomas de una época y como un nuevo modo de sufrir que la justicia, salud y educación no pueden contener. Los jueces, médicos y maestros declaran su impotencia y el quebranto de sus saberes y medios. Los "pibes chorros", "chicos del "paco" y del delito nacen como los hijos de este perjuicio social. El camino es el de la recuperación de un Estado de Derecho y de instituciones y políticas inclusivas que construyan lazos más cercanos, ciertos, solidarios y posibles. En cada barrio, en cada manzana, en cada escuela.