En la plaza Independencia confluyeron ayer pacíficamente los funcionarios que participaron del acto oficial y los manifestantes del "Camping de la Dignidad".

La tregua fue pactada en las primeras horas de ayer en la Casa de Gobierno, a partir de los rumores sobre un supuesto desalojo del paseo y de la movilización de simpatizantes oficialistas. Los ministros del Interior, Osvaldo Jaldo, y de Seguridad, Mario López Herrera, convocaron a representantes de los autoconvocados de la salud, de los desocupados de la CCC, de los jubilados y de quienes denuncian la presunta sobreventa de casas en barrio Judicial II. Los grupos que instalaron gazebos exigieron resguardo frente a posibles inconvenientes con seguidores políticos. Mientras que las autoridades requirieron que dos de las carpas (la de la CCC y la del Barrio Judicial) fueran trasladadas para despejar el paso entre la explanada del palacio y el mástil. En consecuencia, los manifestantes quedaron en una especie de "corralito" de vallas, tapados con enormes pancartas y rodeados por militantes. "Es un año atípico, corre el cronograma electoral, y hay algunos planteos y protestas. Pero con el diálogo pudimos cumplir el mandato del gobernador: las fiestas deben ser de todos, también para los que están manifestándose", aseveró Jaldo.

Tras los actos, la Policía replegó el vallado y las carpas se reinstalaron. Sus ocupantes dijeron que, pese al breve traslado de los gazebos, los reclamos siguen inamovibles.