VALENCIA, España.- Sufrió como una hincha apasionada, en cada instancia del partido. La cantante Shakira no ocultó sus nervios durante la final de la Copa del Rey, que ayer disputaron Real Madrid y Barcelona. La relación que la artista tiene con el defensor catalán Gerard Piqué, quien fue titular en los catalanes, llevó a que las cámaras se volcaran hacia ella, que alentó a su novio en la tribuna del estadio Mestalla, de Valencia. Al final del encuentro, que tuvo como ganador al conjunto de la capital española, la colombiana se acercó a su pareja y lo consoló con besos y abrazos. (Especial)