21 Abril 2011
EN VILO. Los tucumanos siguieron el partido como pudieron en la "city". LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
De aquel jovencito con rostro asustado que se subió a un avión a fines de los '90 para volar a Trondheim a jugar su primer partido de Liga de Campeones al hombre hecho, que le ofreció ayer a sus compañeros el trofeo de la Copa del Rey hay una década larga de éxitos. "Real Madrid no puede estar 18 años sin ganar la Copa del rey", había dicho en los días previos el arquero de los reflejos felinos.
De los españoles que jugaron en el 1 a 0 sobre Barcelona había dos que ya sabían lo que es ganar todo: Xavi e Iniesta. Ahora se suma Casillas, que al igual que ellos tiene ya en su vitrina títulos de Liga, de Copa, Súpercopa local, Súpercopa europea, Liga de Campeones, Eurocopa y Mundial. Hoy surgió con dos atajadas salvadoras cuando su equipo lo necesitaba: una ante Messi, otra ante Iniesta. Lo que se espera de un arquero y un capitán.
Y entonces celebró feliz, alzando el trofeo como el 11 de julio de 2010 con la selección en Johannesburgo. En medio de la emoción no le importó romper el protocolo y subirse a una valla para exhibir la copa. "Va por ellos (los hinchas). Durante dos años lo hemos pasado muy mal, pero con esfuerzo hemos demostrado que podemos ganar a cualquiera. Se lo debíamos a la gente que ha venido y a la que se ha quedado en Madrid", gritó a la hinchada. Y va por él, también, porque desde el 20 de abril de 2011, a un mes de cumplir los 30, ya puede celebrar que él también es un hombre que lo ganó todo en el fútbol.
De los españoles que jugaron en el 1 a 0 sobre Barcelona había dos que ya sabían lo que es ganar todo: Xavi e Iniesta. Ahora se suma Casillas, que al igual que ellos tiene ya en su vitrina títulos de Liga, de Copa, Súpercopa local, Súpercopa europea, Liga de Campeones, Eurocopa y Mundial. Hoy surgió con dos atajadas salvadoras cuando su equipo lo necesitaba: una ante Messi, otra ante Iniesta. Lo que se espera de un arquero y un capitán.
Y entonces celebró feliz, alzando el trofeo como el 11 de julio de 2010 con la selección en Johannesburgo. En medio de la emoción no le importó romper el protocolo y subirse a una valla para exhibir la copa. "Va por ellos (los hinchas). Durante dos años lo hemos pasado muy mal, pero con esfuerzo hemos demostrado que podemos ganar a cualquiera. Se lo debíamos a la gente que ha venido y a la que se ha quedado en Madrid", gritó a la hinchada. Y va por él, también, porque desde el 20 de abril de 2011, a un mes de cumplir los 30, ya puede celebrar que él también es un hombre que lo ganó todo en el fútbol.
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