En la alta ladera oriental de las cumbres calchaquíes, se encuentran las calizas Peñas Azules. El yacimiento, ubicado a 3.500 metros de altitud, fue descubierto en 1961 por Celestino Danieli, jefe del departamento Geología del Instituto Lillo. En 1968, el licenciado Alberto Luna Reyeros, director de Minas de la provincia, realizó investigaciones en la zona, caracterizada por la falta de caminos y un relieve abrupto y quebrado. Luna Reyeros calculó que el yacimiento tenía 2.743 millones de toneladas de caliza. En 1970 un estudio geológico encomendado a los doctores Bernabé Quartino, Carlos Rinaldi y Enrique Maiterrena, determinó una reserva de 40 millones de toneladas. Pero al efectuarse las perforaciones en 1976/77 las reservas de caliza resultaron ser muy inferiores: 15,6 millones de toneladas. El área elegida para la planta de cemento fue Tapia. La longitud del camino se estimó en 125 km. En 34 meses se concretaron 86 km, hasta superar Chasquivil, con una calzada de cinco metros de ancho. Las obras se suspendieron en mayo de 1979. La traza pasaba por Sauce Yaco, Lagunita, Cabra Horco, Chasquivil, San José de Chasquivil, hasta llegar a Peñas Azules y beneficiaba a Anca Juli, La Hoyada y Anfama. Pero el alto costo del transporte hasta Tapia, la ausencia de oferentes para la explotación de la fábrica, y la suspensión de los trabajos de la huella minera terminaron con las expectativas.