Fue el 31 de julio de 2006. Ese día, Angela Beatriz Argañaraz, Betty, como le decían todos, salió de su casa en El Manantial rumbo al colegio Padre Roque Correa, en pleno centro. Fue la última vez que la vieron con vida. Hoy se cumplen cuatro años. En el medio dos mujeres, Susana Acosta y Nélida Fernández, fueron condenadas a 20 años de prisión por el crimen de la docente. Pero la familia de Betty no puede dar vuelta la página. Las acusadas nunca dijeron qué habían hecho con el cadáver. Y si hasta antes del juicio los Argañaraz buscaban a la mujer con vida, tras la sentencia se resignaron. Ayer Liliana, una de las hermanas de la docente, recorrió con LA GACETA los principales escenarios de la tragedia. "Sabemos que está muerta, pero la busco para poder sepultarla", dijo.