Puntos clave de la investigación

DE SU CASA HASTA TOMAR UN REMISE.- Beatriz Argañaraz
partió de su domicilio en El Manantial el lunes
31 de julio de 2006.Tomó un colectivo de la línea 103
y, según testigos, bajó en avenida Alem y Lavalle,
donde subió a un automóvil. Esa mañana iba a aceptar
el cargo de directora del colegio Padre Roque Correa.
Su hermana realizó la denuncia cerca del mediodía
en la Dirección de Investigaciones.

ALLANAMIENTO.- Los primeros días de agosto de
2006, en el departamento de Susana Acosta y Nélida
Fernández, en Catamarca 30, la Policía buscó
pruebas de que Betty había estado allí. Días después,
las mujeres fueron detenidas.

LOS MENSAJES DE TEXTO.- Las pericias realizadas a
los teléfonos celulares de Acosta y Fernández demostraron
que enviaron mensajes a Argañaraz la mañana
que ésta desapareció. “Te estamos esperando”,
decía uno de ellos. El teléfono de Betty nunca apareció.

MANCHAS EN LAS PAREDES.- Los investigadores encontraron
restos de sangre en el departamento de las
acusadas. Las manchas estaban en las paredes, en el
marco de una puerta y cerca de un dormitorio. Luego,
se comprobó que esa sangre pertenecía a Argañaraz.
Esa fue la principal prueba contra las mujeres.

FUGITIVO POR UN AÑO.- Luis Fernández, hermano de
Nélida, fue involucrado en la causa ya que tenía un
automóvil similar al descripto por los testigos como
el vehículo que abordó Betty la mañana que desapareció.
El remisero afirmó que esa mañana tenía el
auto en un taller. Luego de faltar a dos citaciones,
escapó de la provincia. Estuvo prófugo durante un
año. Una empleada declaró que el hombre le solicitó
que lave una remera manchada de sangre.

LA SENTENCIA.- El 2 de diciembre del año pasado comenzó
el juicio contra Acosta y Nélida y Luis Fernández.
Durante 11 jornadas declararon 30 testigos y se
leyeron los alegatos. El 21 de diciembre, el tribunal,
en fallo dividido, condenó a las mujeres a 20 años de
prisión por homicidio agravado y absolvió a Luis Fernández.