Desesperados. Ese es el término que mejor define a los industriales, a los proveedores, a los comerciantes y hasta el consumidor final. El freno de la actividad económica golpea a todos. No hay plata; el financiamiento es caro; la inflación se sostiene porque no hay consumo y algunos comerciantes ajustan sus costos, lo más que pueden, para sostener la actividad. El endeudamiento crece e inquieta. La tarjeta explota; no hay margen para gastar. Este es un proceso que se fue acentuando a medida que el Gobierno nacional ajustó las tuercas del modelo económico para evitar que la inflación se dispare y que los pocos pesos que hay en la calle se vayan al dólar. Un diagnóstico de Sociología y Mercado había proyectado el escenario actual: el sueldo que cada vez alcanza menos es la opción con la que los tucumanos más se identifican. Cuatro de cada 10 personas consultadas observaron este inconveniente que se aguza en la economía familiar. En gran parte de la sociedad hay un escenario de subsistencia. Como lo expuso la socióloga Roxana Laks como parte de los resultados del sondeo de la consultora, el hecho de que más de cuatro de cada 10 personas (43%) utilicen mecanismos de financiamiento -ya sea de forma total o parcial- para afrontar sus compras mensuales, expresa una presión económica considerable. Esta estrategia de consumo, basada en tarjetas o cuotas, revela la dificultad de cubrir los gastos del mes solo con ingresos disponibles.
Un sueldo no alcanza para cubrir la canasta básica total (alimentos más servicios esenciales). De acuerdo con el último reporte de la Dirección de Estadística de la Provincia, un matrimonio con dos hijos requirió en julio $ 958.900 para no caer en situación de pobreza. El salario estatal está cerca de esa cifra, pero completamente diferente es la situación en el sector privado. De acuerdo con las estadísticas oficiales, entre el 25% y el 30% de la dotación de personal registrado cuenta con un ingreso de una clase media ajustada (por encima de $ 1,5 millón mensual). En el Gran Tucumán, por caso, al cierre del primer trimestre del año, el personal ocupado ascendía a los 400.000 casos. El desempleo afecta a 33.000 personas (el 7,6% del total de la Población Económicamente Activa). Más allá de estos números, hay otro que es más preocupante porque no cede: el de la informalidad laboral.
Intervención en el dólar: el director del BCRA explicó los motivos que llevaron al Gobierno a tomar esa decisiónLos datos oficiales señalan que el 50,8% de los asalariados no cuentan con los aportes de sus empleadores, como tampoco su grupo familiar puede gozar de los beneficios de una obra social. ¿Por qué es preocupante? La tabla del trabajo en la provincia ha quedado de la siguiente manera:
• A marzo pasado, los empleados registrados apenas superaban los 171.000 puestos.
• A su vez, los empleados no registrados alcanzan ahora los 147.400 casos.
• En último término se ubica el sector público con poco más de 120.000 agentes.
Las estadísticas oficiales desnudan la profundidad de esta realidad. La mitad más uno de los asalariados tienen ocupación plena, pero hay otra franja creciente (de casi un 26% de la dotación) que están sobreocupados, es decir, que trabajan más de 45 horas semanales. Un salario no alcanza; con dos se llega apenas a fines de mes (es el cuarto de la población en edad laboral que, teniendo empleo, busca otro para mejorar sus ingresos); con tres serían de clase media. Pensar en cuatro ingresos en plena desaceleración económica dentro de un mismo grupo familiar suena a milagro.
Reajuste de las tasas
Los márgenes de endeudamiento se achicaron con fuerza a partir del fuerte reajuste de las tasas de interés. Hasta mayo pasado (último dato disponible), el Banco Central informó que 20,3 millones de adultos tienen financiamiento con el sistema financiero ampliado (SFA), lo que representa el 56,6% de la población adulta. De ellos, 13,7 millones están endeudados con entidades financieras y 10,9 millones con entidades no financieras, con 5,6 millones de personas que tienen deuda en ambos sistemas. Estimando un promedio de dos adultos por hogar, se concluye que cerca del 48% de los hogares argentinos tiene deuda bancaria, indica un reciente diagnóstico de Focus Market.
Con el dólar intervenido, la city alerta por el impacto en el riesgo país y hay dudas sobre la deudaEl stock promedio se calculó a partir de saldos de tarjeta de crédito ( $1.372.000) y préstamos personales ( $1.750.000), además de líneas como adelantos, créditos hipotecarios y prendarios, todos en expansión. Por ejemplo, los créditos hipotecarios UVA crecieron un 13,9% real mensual en mayo, con una suba interanual del 269,6%. Los préstamos prendarios aumentaron 5,8% mensual y 167,1% interanual. Las financiaciones con tarjeta crecieron 3% mensual (75,8% interanual), y los préstamos personales, 4,4% mensual (236% interanual). Eran tiempos de tasas competitivas. Hoy es prohibitivo
Por otro lado, según Focus Market, la deuda no bancaria suma $ 7,57 billones, con un stock promedio de $1.205.362 por hogar. Esta categoría incluye el no pago de servicios públicos, impuestos, cuotas educativas, expensas, compras fiadas o préstamos informales. La mayor parte de esta deuda está concentrada en préstamos personales informales, que representan el 36,8% del total, con un stock promedio de $ 2.219.944 por hogar. Le siguen los préstamos de familiares o amigos (35,4%), y el no pago de impuestos (17,9%).
El estrés financiero también llegó a los comerciantes. El incremento de los alquileres y la falta de financiamiento ha llevado a los negocios a achicar los costos fijos y, en gran medida, al cierre, como puede observarse no sólo en el microcentro de la ciudad. Algunos comerciantes sostienen que, ofrecer mercadería en seis cuotas, puede llegar a tener un costo del 36%. Los empresarios no tienen demasiados instrumentos de financimiento. El Informe Mensual de Pagos Minoristas del Banco Central reveló que, en el último año, se duplicó la cantidad de cheques rechazados por falta de fondos disponibles. En junio del año pasado se registraron 21.371 cheques, mientras que en el mismo mes de 2025 la cifra trepó a 66.959, un crecimiento de 213,3%.
El Gobierno ratificó que los aumentos salariales seguirán atados a la inflaciónEl apretón monetario que instrumenta la gestión del presidente Javier Milei, con el fin de sostener el tipo de cambio y que no se dispare la inflación, también golpea al sector público provincial. En un cálculo preliminar, el Ministerio de Economía registra un saldo de unos $ 12.000 millones mensuales, en promedio, menos de lo proyectado. Cae la actividad, cae Ingresos Brutos, cae la recaudación. Más allá de la cercanía institucional con la Casa Rosada, Tucumán se encuentra dentro de las generales de la ley respecto de las transferencias no automáticas, que cayeron un 15%, en términos reales, respecto de agosto del año pasado. Aún así, en el acumulado, por caso, la gestión del gobernador Osvaldo Jaldo está tercera en el ranking de beneficiarios de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), con un giro total en los primeros ocho meses de $ 12.000 millones, sólo superada por Salta ($ 13.000 millones) y por Neuquén ($ 15.000 millones), según las cifras difundidas por Presupuesto Abierto. Jaldo, no obstante, sostiene que los salarios estatales están asegurados hasta fines de año, aunque, en las condiciones actuales de la economía, los nubarrones siempre están presentes por efecto de las tormentas electorales y de las variaciones del clima económico de un país acostumbrado a navegar en aguas turbulentas.