Lavar la ropa en días de lluvia suele convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Las prendas tardan horas en secarse y, muchas veces, terminan con olor a humedad. Sin embargo, un método sencillo y efectivo está ganando popularidad en los hogares: la “técnica del arcoíris”, un truco casero que promete resolver este problema.
¿En qué consiste la técnica del arcoíris?
El secreto está en cómo se utiliza el tender. La idea es organizar la ropa de manera estratégica para aprovechar mejor el aire y el espacio disponible:
- En los extremos del tender se colocan las prendas más largas o pesadas, que necesitan mayor circulación de aire.
- En el centro, se ubican las piezas más pequeñas, como ropa interior, que se secan con menor flujo de aire.
- De esta manera, todas las prendas reciben ventilación adecuada y el secado resulta más rápido y parejo.
Cómo acelerar el secado según la estación
En invierno: se recomienda colocar el tender cerca de una estufa, aprovechando el calor para reducir la humedad.
En verano o días cálidos: un ventilador dirigido hacia la ropa puede mantener el flujo de aire constante y facilitar el secado.
Es importante colocar la ropa más espaciada de lo habitual, para evitar la acumulación de humedad y malos olores.
Precauciones necesarias
Si bien el calor puede ser un gran aliado, no se aconseja secar la ropa directamente cerca del fuego, como en hornallas de cocina, ya que existe riesgo de quemaduras o incendios.
Con estos simples consejos, es posible mantener la ropa limpia, seca y libre de humedad incluso en los días más lluviosos.