Tener una piel radiante no siempre implica comprar cremas costosas, sueros o incluso gozar de una genética ventajosa. Los dermatólogos advierten que deberíamos poner el foco en un hábito que, sorprendentemente, pasamos por alto y que podría estar acelerando el envejecimiento de nuestra piel: la forma en que nos quitamos el maquillaje.

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Más allá de los factores internos como la genética o la pérdida natural de colágeno, hábitos externos como olvidar el protector solar o una mala alimentación también influyen en el envejecimiento cutáneo. Pero la manera en que retiras tu maquillaje es un detalle que, si no se hace correctamente, puede tener un gran impacto en la salud de tu piel. La clave, según los expertos, es encontrar ese equilibrio perfecto entre una limpieza profunda y el cuidado de nuestra barrera cutánea.

¿Por qué es tan importante desmaquillarse bien?

La Dra. Geeta Yadav, dermatóloga, explica a The HuffPost que "los residuos y la acumulación de maquillaje en la piel no solo la hacen más susceptible a la congestión cutánea y las imperfecciones, sino también al envejecimiento prematuro". Añade que "el maquillaje restante también puede irritar la piel, causando una inflamación que puede acelerar el envejecimiento de la piel". Además, algunas fórmulas de maquillaje son comedogénicas, lo que significa que pueden obstruir los poros si no se eliminan adecuadamente.

Esto no es solo una cuestión de "limpiar la cara". Lo que está en juego es la barrera protectora de la piel, también conocida como estrato córneo. Esta capa es la primera línea de defensa contra irritantes, encargada de retener la humedad y ayudar a la piel a repararse. Si durante la remoción del maquillaje "estás despojando a tu piel de sus lípidos, o dejando maquillaje en la piel que resulta en congestión, la barrera cutánea no puede funcionar en su mejor momento", asegura la Dra. Yadav.

Cuidado con los productos agresivos

El Dr. David Li, dermatólogo, advierte que "una eliminación agresiva del maquillaje podría resultar en una barrera cutánea comprometida, lo que puede llevar a sequedad, irritación, enrojecimiento y signos de envejecimiento". Ciertos limpiadores, por ejemplo, pueden dañar esta barrera y desencadenar inflamación crónica, socavando una piel joven y saludable.

La Dra. Yadav hace énfasis en que "los limpiadores con alcohol y sulfatos no deberían usarse a diario, si es que se usan, ya que eliminan de la piel no solo la suciedad, el maquillaje y el protector solar, sino también sus aceites naturales, dejándola deshidratada y dañando la barrera cutánea".

En cuanto a las populares toallitas desmaquillantes, aunque son prácticas, pueden contribuir al envejecimiento si se usan con frecuencia o de forma incorrecta, especialmente si frotas con fuerza. El Dr. Li explica que "las fuerzas de cizallamiento mecánicas crónicas en la piel, como las del tironeo, podrían potencialmente debilitar las fibras de colágeno y elastina con el tiempo, lo que lleva a una reducción de la elasticidad de la piel y una mayor probabilidad de flacidez de la piel".