En los últimos años, hablar de cómo prevenir un embarazo dejó de ser un tema tabú entre adolescentes. Cada vez más chicos y chicas empiezan a informarse, a preguntar y a tomar decisiones sobre su salud sexual. Y los datos muestran que algo está cambiando: desde 2014, los nacimientos en la Argentina -y Tucumán no es la excepción- bajaron más del 40%. En general, es un tema que atraviesa todos los grupos etarios. La gran mayoría de las mujeres de nuestro país utiliza algún método anticonceptivo. Ocho de cada 10 (78%) de los encuestados se ocupan de cuidar su salud sexual y reproductiva. El 39% lo hace con preservativo, que continúa siendo el más utilizado, seguido por tres de cada 10 que usan pastillas anticonceptivas, según el “Estudio Lucía”, una investigación realizada por el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) en 2024.

Este mapa de la anticoncepción mostró algunas sorpresas; por ejemplo, están ganando terreno los métodos de larga duración y menos dependientes del uso diario, como los implantes subdérmicos o el DIU.

En detalle

Ligarse las trompas es un método que, de a poco, va sumando cada vez más adeptas. Entre los 30 y los 39 años, el 22% de las relevadas optó por esta intervención, al igual que entre las de 40 a 49 años.

Por otro lado, el implante subdérmico ocupa con el 11% el cuarto lugar de los métodos más elegidos. Es utilizado en una mayor proporción por las jóvenes, sin diferencias en términos de nivel socioeconómico y nivel educativo. Es el tercer método más reportado entre las mujeres de 15 a 19 años (27% lo usa actualmente) y por las de entre 20 y 29 años (20%).

No hay un ideal

“No existe un anticonceptivo ideal, pero sí podemos encontrar el que mejor se adapte a la situación de cada mujer, con el menor número de efectos adversos y con la mayor eficacia posibles”, explica la ginecóloga María Zabalza.

No es lo mismo en la adolescencia, durante la lactancia o después de los hijos, reconocen los expertos. Según aclaran, la anticoncepción debe ser un traje a medida, que se adapte a las necesidades de las personas.

Afortunadamente, hoy hay un gran abanico de posibilidades, destaca el ginecólogo Armando Pérez de Nucci. Las más usados, según el profesional, siguen siendo las pastillas, que acaban de cumplir 65 años de vida. Su aparición significó un antes y un después en la historia de la salud reproductiva y la autonomía de las mujeres.

“Es el método que más se conoce, es el que tiene mucha facilidad de uso porque posee una amplia y variada posología. Ha evolucionado mucho últimamente”, sostiene.

Las formulaciones iniciales contenían dosis hormonales elevadas y presentaban efectos secundarios que, gracias a los avances, fueron optimizándose para lograr productos cada vez más seguros, con menos efectos adversos, tolerables y accesibles. Hoy ya hay hasta pastillas de estrógenos naturales.

En la actualidad, de acuerdo a los médicos consultados, se están popularizando otros métodos, como por ejemplo el sistema de liberación intrauterino de levonorgestrel (SIU), el parche y el anillo vaginal, más que nada elegidos por las jóvenes.

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Durante la adolescencia, hoy en día se hace mucho hincapié en los métodos de larga duración, como el DIU de cobre/hormonal o implante, así como el uso del preservativo, ya que es el único que previene infecciones de transmisión sexual (ITS).

Alta efectividad

La doctora Marcela Jozami, referente del área de Salud Sexual y Reproductiva del Siprosa, también coincide en que los anticonceptivos orales siguen siendo los más usados.

Según la ginecóloga, está aumentando de manera notable la aceptación de los métodos de larga duración porque tienen una alta efectividad; presentan una falla menor al 1% con respecto a los otros métodos de corta duración que suelen depender más que nada de la persona que los usa. “Tienen buena adherencia porque se evita la toma diaria de pastillas o la colocación mensual de anticonceptivos, de inyectables. Y otra cosa fundamental: a pesar de que son de larga duración, son reversibles, lo cual es sumamente importante porque alguien que desea alejar un embarazo de otro, por un tiempo de cinco años por ejemplo, puede utilizar estas opciones”, apunta.

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Por otro lado, la ginecóloga resalta que los métodos de larga duración tienen a favor que son discretos. “Suele suceder que las adolescentes tienen un poco de pudor de que las vean tomando pastillas. Un implante pasa desapercibido y un DIU, mucho más”, explica.

En cuando a las ligaduras de trompas y vasectomías, Jozami sostien que, si miramos hace 20 años atrás, nos daremos cuenta cómo avanzó este tipo de intervención. “Lo que cambió principalmente fue la accesibilidad: hoy es mucho más fácil conseguir estos procedimientos en los hospitales públicos”, especificó.

Consultar siempre

Según los profesionales, siempre la mejor opción es consultar con profesionales para conocer todos los métodos anticonceptivos que existen.

Todavía circulan mitos, reconoce Jozami. “Hay muchas creencias en torno a las pastillas que se han ido derribando gracias a la consejería, que hoy es mucho más amplia en cualquier sector, tanto en el público como el privado, y en las escuelas. Un mito que sí escucha es que después de seis meses de pastillas anticonceptivas tienes que hacer un descanso y hoy se ha visto que eso no sólo que no es beneficioso, sino que es perjudicial”, explicó.

Cómo los eligen

El 93% de las mujeres consultadas asegura que el método anticonceptivo que utiliza en la actualidad es el que prefiere. En cuanto a cómo se toma la decisión, el 39% lo define junto con su pareja sexual, mientras que el 37% lo hace por su cuenta.

La mitad de las encuestadas indicó haber recibido asesoramiento anticonceptivo en el último año. De ese grupo, el 70% accedió a esa información a través del sistema público de salud.

Una especialista tucumana explica qué es un implante anticonceptivo subdérmico

El “Estudio Lucía” también destaca que, ante una duda, la mayoría de las mujeres (59%) prefiere pedir turno con un especialista, el 54% recurre a internet, y un 26% opta por acercarse a un hospital o guardia. Además, se observa la irrupción de nuevos canales de consulta: el 20% recurre a redes sociales, influencers o cuentas especializadas para buscar información sobre salud sexual y reproductiva.

Avances: 65 años de la píldora anticonceptiva

El primer anticonceptivo oral fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en mayo de 1960. El hito más reciente se alcanzó en 2022 a nivel internacional (y en 2024 en la Argentina) con la incorporación del estetrol, un estrógeno de origen natural y perfil tisular selectivo, que define la última generación de anticonceptivos orales y representa un avance relevante en términos de seguridad y bienestar para las usuarias, reduciendo el impacto en otros órganos y disminuyendo algunos de los efectos secundarios asociados a los anticonceptivos tradicionales