El Tesoro Nacional logró ayer una buena aceptación por el nuevo bono para inversores extranjeros por U$S 1.000 millones, que permitirá fortalecer las reservas del Banco Central. “Excelente noticia. Poder refinanciar vencimientos de capital es trascendental!”, ponderó el ministro de Economía, Luis Caputo, tras conocerse el informe acerca del resultado de la subasta.
Estos fondos serán destinados a engrosar las reservas del Banco Central, una de las metas que el Gobierno firmó en el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, destacó que esta colocación permitirá fortalecer las reservas “sin aumentar la deuda”.
El bono registró una demanda muy positiva, al recibir propuestas por U$S 1.694 millones de 146 inversores, destacó la Secretaría de Finanzas. El título pagará una tasa del 29,5% anual, que algunos analistas del mercado financiero consideraron “elevada”.
La expectativa era que fuese de entre el 22%/23%, más si se cumple la promesa oficial de que la inflación será cero el año próximo, y muy baja los siguientes.
El bono permite el acceso a inversores internacionales para refinanciar capital de deuda en moneda local.
Quirno ponderó que esta colocación posibilitará extender el plazo promedio de la deuda en pesos y ampliar el universo de inversores interesados en los bonos en moneda local.
En la operación, se recibieron ofertas para este Bonte 2030 por un total de valor efectivo de $ 1,94 billones, y se adjudicaron $ 1,15 billones, equivalentes a los U$S 1.000 millones previstos, es decir, $ 1.150 por dólar. Es la primera emisión de este tipo en siete años, aunque con legislación argentina.
En tanto, la Secretaría de Finanzas adjudicó en la licitación habitual $ 8,56 billones, tras haber recibido ofertas por un total de $ 9,46 billones.
El secretario de Finanzas dijo que “esto significa un rollover de 126,28% sobre los vencimientos del día de la fecha y 100,12% incluyendo los pagos de cupones y amortizaciones realizados la semana pasada”.
La licitación del Bonte 2030 con el que buscó aumentar las reservas netas del Banco Central se constituyó en un test clave de cara a la fecha de corte para la revisión de la meta con el FMI el 13 de junio. Y es que para poder cumplir con la pauta de acumulación de reservas netas comprometida con el organismo internacional faltan conseguir alrededor de U$S 5.000 millones, según los cálculos de los analistas privados.
Alan Versalli, research analyst de Cocos Capital consideró que un factor que atrajo el interés de los inversores “es la opción de desprenderse de una parte o la totalidad de sus tenencias el día 27 de mayo de 2027 (put)”
“Que sea en una fecha dentro del último año de la gestión Milei no es casualidad, es un seguro que le implica al inversor que ante cualquier eventualidad podrá disponer de su capital nuevamente”, destacó. Por su parte, el analista financiero Gustavo Ber evaluó que fue “muy buena licitación a partir del sostenido apetito de los inversores por Lecaps y Boncaps dentro de un clima de calma cambiaria”, según señala el portal iProfesional.com.