En los próximos días, el Gobierno destinará máquinas retroexcavadoras con oruga para realizar la limpieza de los basurales y la disposición de esos desechos en un área que no implique mayores trastornos para los habitantes de la zona. Esto quedará plasmado en un convenio que este viernes firmará el ministro del Interior, Darío Monteros, con los comisionados rurales de El Mollar, Jorge Cruz; de Colalao del Valle, Gerardo Gustavo Morales, y también de Amaicha del Valle, César Paul Caillou. También tendrá participación el intendente de Tafí del Valle, Francisco Caliva.

Los vecinos vienen reclamando el traslado de la planta de residuos hacia otros predios más alejados de la zona urbana, con el fin de evitar mayores focos de contaminación. “Hay seis o siete lugares que están en análisis de la Secretaría de Medio Ambiente para tomar decisiones de fondo en esta cuestión”, dijo a LA GACETA el ministro del Interior.

La retroexcavadora con oruga será provista por la Provincia, con el fin de agilizar los trámites administrativos que, en caso de que se gestionen a través de las mismas comunas rurales, puede demandar no menos de un mes. Monteros expresó, además, que la tarea de la disposición de basura será un trabajo en conjunto con la comunidad, ya que en una segunda instancia se prevé la clasificación de los desechos con la disposición de esos residuos en distintos contenedores.

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“Nos estamos ocupando de buscar un nuevo lugar. Es muy difícil, pero se hicieron más de siete intervenciones, presentamos carpetas a distintos ministerios para seguirlo muy de cerca (al tema)”, había dicho a nuestro diario Alfredo Montalván, secretario de Medio Ambiente.

Los lugareños consideran que el gobernador Osvaldo Jaldo debe cumplir las promesas realizadas durante el interinato en el Poder Ejecutivo, el verano pasado. “Tenemos un inodoro frente a nuestras casas. Hay mucho olor, está lleno de moscas; que vengan y vean que lo que digo es verdad”, indicó Margarita Mamaní, cacica de El Mollar. Jaldo ordenó a un equipo interdisciplinario que atienda la demanda de los vallistos, con el fin de que se llegue a la nueva temporada con la resolución de un problema recurrente.

“En verano, cuando fue la creciente, ni se imaginan el olor que había. Los que vivimos en la zona sabemos lo que padecemos tras ese basural contaminante. Nadie se hace cargo”, había señalado Mamaní.