La Unión de Trabajadores Automotor (UTA) se mantiene en estado de alerta, tras el anuncio de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) de avanzar con la suspensión progresiva y rotativa de los choferes de colectivos como una medida para afrontar la crisis que atraviesa el sector.

El secretario general del gremio en esta provincia, César González, anticipó a LA GACETA que junto a los delegados sindicales están analizando los pasos a seguir ante la decisión de los empresarios. “Rechazamos y no vamos a aceptar bajo ningún punto de vista las suspensiones del personal”, indicó el representante de los trabajadores.

En paralelo, en UTA permanecen expectantes por otro potencial foco de conflicto con los propietarios de los ómnibus. Según explicaron, el próximo miércoles vence el plazo para el pago de sueldos al personal. Y luego de la exposición de Aetat de este miércoles respecto a las dificultades financieras que afrontan -producto de la suba de costos y de la inequidad en la distribución de los subsidios nacionales, entre otros factores-, preocupa la posibilidad de que esto derive en una nueva demora en el depósito de los haberes. “Los problemas se van acumulando. Esperamos que todo se solucione en el transcurso de esta semana o en los primeros días de la que viene”, expresó González.

LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO

Medidas "extremas"

Los directivos de Aetat comunicaron dos “medidas extremas” destinadas a “mantener el servicio público de pasajeros” y “las fuentes de trabajo” que genera el sector en Tucumán.

A partir de hoy, los empresarios aplican la reducción del 25% en la frecuencia de los colectivos que recorren la provincia. Según anticiparon, esta disposición regirá “hasta tanto podamos consensuar soluciones definitivas y no coyunturales” con las autoridades.

Como consecuencia de esa medida, se avanzará con “la suspensión temporal del personal de conducción”. Este punto se aplicará desde el lunes, explicaron en Aetat. Y advirtieron que, si bien no implica despidos y que se hará de manera “rotativa”, esto sí impactará en los haberes que perciben los trabajadores.

“Desde hace más de cinco años hemos venido sosteniendo el transporte público de pasajeros, las fuentes de trabajo legítimas de más de 3.500 empleados del transporte y sus familias”, manifestaron los directivos de Aetat a través de un comunicado. Y aseguraron que, más allá de los esfuerzos realizados, “hemos llegado a un punto de inflexión”.

Además, enumeraron los factores que motivaron este complejo escenario; entre ellos, que la tarifa del boleto es regulada por el Estado, que el sistema de distribución de compensaciones es “discriminatorio” con las empresas del interior y que los diversos costos (en salarios y en distintos insumos) aumentan de manera sostenida, produciendo un “déficit continuo” en las arcas de las empresas.

SERVICIO DE ÓMNIBUS EN TUCUMÁN / archivo LA GACETA

Preocupación en el gremio

Los representantes de UTA mantendrán reuniones en las próximas horas para definir las acciones a tomar. Uno de los puntos clave gira en torno a la suspensión del personal que anunciaron los empresarios.

Como esta disposición comenzará a regir a partir del lunes, se debe aguardar la notificación a cada trabajador, vía carta documento, para conocer los alcances y fundamentos de la medida. Sobre esa base, el gremio podría recurrir luego al Ministerio de Trabajo de la Nación para requerir una conciliación y tratar de evitar su implementación.

La recurrente problemática por el tema de los sueldos también está latente.

A inicios de agosto, el sindicato había anunciado un paro por las demoras en el depósito de los haberes.

Los empresarios alegan que esta situación es consecuencia de la mora en el envío de las compensaciones nacionales.

De hecho, la intervención del Gobierno provincial evitó aquella medida de fuerza de UTA, a partir de un anticipo en los subsidios provinciales que permitió el pago de los salarios.