San Martín desperdició una chance ideal para ser puntero

San Martín desperdició una chance ideal para ser puntero

El equipo hizo un buen partido pero falló en la definición; Almirante se lo hizo pagar y lo derrotó.

CONTRASTE. Los jugadores de Almirante festejan el 1-0. Andrada no lo puede creer; Quilez (4), sufre.  CONTRASTE. Los jugadores de Almirante festejan el 1-0. Andrada no lo puede creer; Quilez (4), sufre.

El invicto del ciclo de Pablo Frontini naufragó, quizá impensadamente, en Isidro Casanova. Ante un Almirante Brown golpeado y en crisis, San Martín hizo casi todo para llevarse algo, menos un gol.

El 1-0 a favor de la “fragata” privó al “santo” de escalar a la cima de la zona, a la que legítimamente aspiraba tras abrochar tres victorias sucesivas y como consecuencia de la derrota de Agropecuario en Mendoza.

En realidad, aun sin serlo, San Martín salió a jugar como un líder en el estadio “Fragata Presidente Sarmiento”. Le robó el balón al local, salió a apretarlo bien arriba, y le generó al menos cuatro situaciones claras de gol nomás en el primer tiempo.

Ese cabezazo de Agustín Colazo abajo que salvó Ramiro Martínez y la jugada preparada a la salida de un córner que derivó en remate de Leonel Bucca, un disparo de Enzo Martínez y ni hablar del zurdazo de Nahuel Banegas con destino de un gol que no fue solo porque sobre la línea estaba Alan Barrionuevo.

En fin, ¿tenía algo para reprocharse San Martín en esa primera etapa? Nada o casi nada. Porque en el juego fue superior.

La dupla de Nicolás Bazzana y Nahuel Brunet como era previsible mostró cierta carencia de rodaje. Y Darío Sand, que una vez salió jugando deficitariamente y otra vez salió a atorar a un rival demasiado lejos, también aportó un poquito de inseguridad en un primer tiempo de sofocones mínimos para la visita.

Por si hubiese alguna discusión al respecto sobre cuál equipo había hecho mejor las cosas, los hinchas locales se expresaron antes del intervalo.

Al igual que expresó -con polémica- días antes el inefable presidente de Almirante Brown, Maxiliano Levy, tras la goleada 0-3 encajada a manos de Nueva Chicago la fecha pasada, los hinchas despidieron a los suyos con el tradicional “Movete Almirante, movete…”.

Pero con el inicio de la segunda etapa no pareció cambiar nada. Y curiosamente el gol de Jonathan Zacaría tras desvío en el pie de Bazzana que descolocó a Sand tampoco lo hizo sustancialmente.

SE QUEDÓ CON LAS GANAS. En la acción, Colazo intenta superar a Barrionuevo. El 9 tuvo la oportunidad de marcar el 1-0 pero su cabezazo no encontró la red. fotos de hugo ramos (especial para la gaceta) SE QUEDÓ CON LAS GANAS. En la acción, Colazo intenta superar a Barrionuevo. El 9 tuvo la oportunidad de marcar el 1-0 pero su cabezazo no encontró la red. fotos de hugo ramos (especial para la gaceta)

Porque San Martín, por primera vez en desventaja desde el desembarco de Frontini (el primer gol recibido en el ciclo), siguió jugando con la misma voracidad ofensiva y con una variada paleta de recursos, acrecentada a partir de los cambios que fue pergeñando Frontini.

La visita merecía estar en ventaja y ni siquiera se estaba llevando un empate. El zurdazo de Bucca que sacudió el travesaño fue un símbolo de lo esquiva que estaba siendo la jornada para San Martín.

Después, hubo un cabezazo que Sand desvió al córner. Pero la mayor cantidad de aproximaciones siguieron perteneciendo a San Martín. Eso sí, en el segundo tiempo el “santo” no pudo replicar el volumen de juego del primero. Además, un Almirante revitalizado y con el cuchillo entre los dientes le fue complicando más y más el progreso en la cancha. Lucas Comesaña, con algunas decisiones menores de tinte localista, tampoco colaboró.

Igualmente, el empate estuvo en los pies de Iván Molinas en tiempo de descuento. Pero no.

Así fue como el equipo de Alejandro Orfila no solo se recuperó de la dolorosa derrota en el clásico, sino que potencialmente podría ser puntero (si gana su partido pendiente con Patronato).

El San Martín de Frontini chocó con su primer obstáculo. Sin embargo, su muy buena actuación y los dos partidos consecutivos que tendrá en La Ciudadela (Defensores de Belgrano y Estudiantes de Río Cuarto) le hacen un guiño.

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