JUAN MANZUR firmó el decreto convocando a las elecciones frente a las cámaras.
Mayo no viene siendo un mes de buenas noticias para el gobernador, Juan Manzur, que en menos de ocho días ya sufrió dos golpes difíciles de digerir y que confirman, básicamente, lo escurridizo que es el poder.
Tras el revés de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que frenó la elección prevista para el domingo pasado y le “avisó” que su postulación a vicegobernador podía chocar con la Constitución, el gobernador se involucró voluntariamente en otra causa perdida.
“Eso debe ser dispuesto por la Junta, lo que sí la fecha de las elecciones es un requisito indispensable. Estimo que todas las fuerzas deberán hacer una reimpresión de los votos porque la fecha es diferente, y las leyes establecen ese requisito”, dijo anoche, apenas firmado el decreto con la nueva fecha de las elecciones para el 11 de junio.
De esa manera respondió cuando se le preguntó por los reclamos del resto de los frentes y partidos inscriptos, para que no se los obligue a imprimir boletas nuevas y se les permita usar las que tenían previstas para el 14. El mandatario podría haberse quedado con la primera parte de la respuesta que dio: “eso debe ser dispuesto por la Junta”. Pero quiso dar una señal de autoridad en su momento de mayor fragilidad y lo pagó con otro desaire. “Nosotros también estamos con muchas dificultades, y es entendible. Pero son los requisitos legales y hay que cumplirlos”, dijo, inclusive. Indudablemente, Manzur exteriorizó la bronca y las ansias de revancha que buena parte del oficialismo siente desde que el alfarismo logró que la Corte lo bajara de la fórmula y se postergara la votación.
Luego de un debate extenso e indudablemente bajo presión, la Junta Electoral dio una necesaria muestra de independencia y pudo sortear el aprieto en el que la había puesto Manzur. En un proceso electoral ya de por sí convulsionado y demasiado enredado; ¿cómo se iba a interpretar una resolución en consonancia con el pedido/reclamo público del gobernador?
El golpe obliga a Manzur a recalcular y a meditar los pasos por venir. Porque se anotó como candidato a vicegobernador apurado por votar en mayo, pero lo terminará afuera de las boletas y, en caso de que prosperen nuevos planteos, con una votación que se concrete a fines de agosto. Nada de lo que había imaginado para este 2023.
