Desmoronamientos: “Este cerro transpira... tiene cascadas y vertientes por todos lados”

Desmoronamientos: “Este cerro transpira... tiene cascadas y vertientes por todos lados”

En la 307 hay cinco lugares de riesgo que obligan a tareas permanentes de los obreros de Vialidad. Caídas de piedras y animales sueltos

INESTABLE. Cuando pasan vehículos pesados,“tiemblan el suelo y las laderas”,dice el trabajador Adrián Morales, de Vialidad.  INESTABLE. Cuando pasan vehículos pesados,“tiemblan el suelo y las laderas”,dice el trabajador Adrián Morales, de Vialidad. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

En la ruta 307 el tránsito en un día normal no cesa a casi ninguna hora del día. En la temporada alta de turismo o los fines de semana largos, el caos es infernal. Aunque el movimiento vehicular se compone en un mayor porcentaje de autos y camionetas, el de los pesados se advierte excesivo por las características complicadas de la carretera.

Ómnibus de turistas, otros del servicio interurbano, camiones con cargas de materiales para la construcción o maquinarias viales, se advierten a toda hora. “Cuando pasan tiemblan el suelo y las laderas. Por eso hay que estar atentos a que no se observen riesgos de desprendimientos. Esas cosas a veces son imprevisibles y se dan en la mayoría de los casos cuando llueve y se ablandan las laderas”. Es lo que apuntó Adrián Morales, un trabajador de Vialidad de la Provincia que, con una cuadrilla de 10 hombres, tiene a cargo el mantenimiento de un tramo de la 307 que se extiende desde el campamento del kilómetro 30.

Hay otros 40 hombres que cumplen similares tareas hasta Tafí del Valle. Morales trabaja desde hace 17 años en la DVP y observa cómo crece con el paso del tiempo el movimiento vehicular. En la misma medida lo hacen los riesgos de percances. “Este cerro transpira constantemente, tiene cascadas y vertientes por todos lados”, apunta.

En el sector de su jurisdicción laboral está el Fin del Mundo. Fue ahí donde el domingo pasado se desplomaron enormes piedras que quedaron atravesadas en la calzada. El tránsito permaneció interrumpido varias horas hasta que finalmente se despejó el paso. Por suerte en el momento que cayeron no circulaba nadie.

De alto riesgo

Desde Las Mesadas hasta Tafí del Valle, según usuarios frecuentes de la ruta, hay cinco sectores de alto riesgo de deslizamientos: uno está en la Peña del Naranjal (antes de llegar al Indio); otro en el Fin del Mundo; en Las Bóvedas; en El Aluvión y el restante en el Km 47. Adrián Romero, un agricultor y empresario de Tafi del Valle, es uno de los usuarios de la ruta que experimentó el año pasado el gran susto de que una piedra le cayera encima de su camioneta. Sucedió en la Peña del Naranjal cuando subía a los Valles con su esposa.

“Fue algo sorpresivo y que nos dejó paralizados del susto, sin saber qué había sucedido. Es que se activaron los airbags y se detuvo la camioneta”, relató. Cuando descendió se dio cuenta de que un bloque un poco más grande que una pelota de fútbol había impactado en un costado del techo y que por fortuna no alcanzó a ingresar al interior de la cabina. “Tuvimos suerte, pero por esta ruta hay que circular siempre alertas, y más cuando llueve. Es un terreno que se sacude por el tránsito permanente” advirtió.

Piedras y animales

Jorge Reyes es un comerciante de Santa María (Catamarca) que desde hace años y cada 15 días baja en su camioneta a San Miguel de Tucumán con el objeto de reabastecerse de mercadería. El hombre conoce de los peligros de la 307.

“En realidad , en cuanto a nivel de riesgos, creo que en primer lugar están los animales sueltos. En mi caso, en varias ocasiones pasé grandes sustos porque me encontré de noche con vacas o caballos atravesados en la carretera”, expuso. “Los desprendimientos se dan en casi todas las rutas de los cerros cuando llueve. Por eso hay que circular con precaución. El tramo Tafí del Valle-Acheral está en buenas condiciones. Pero, insisto, los animales sueltos son una pesadilla” añadió.

Cerca del aluvión, sector en que Reyes se detuvo a descansar, a raíz de los derrumbes, una barranca se aproxima a la carretera. Es ya una amenaza. A lo largo de la vía se observan otras.

Alternativa necesaria

Para el arquitecto Hugo Merlini, ex secretario de Obras Públicas del municipio de Tafí del Valle, la 307 necesita con urgencia una ruta alternativa. “Es una carretera sobrecargada, con deterioros permanentes y que con el tiempo tendrá problemas más complicados. El Estado tiene que proyectar con decisión la ruta por la Quebrada del Portugués”, apuntó. “Lo sucedido el domingo pasado nos debe poner en alerta. Pudo ser una gran tragedia”, añadió.

Según Merlini, la ruta por la Quebrada es una opción que se tiene encarar porque “a pesar de que el trayecto tiene varios cruces de ríos, la subida es suave y exhibe –observó- paisajes que pueden ser explotados turísticamente”. El profesional dijo que el sector más complicado de la 307 es del Fin del Mundo.

“Técnicamente es muy difícil de brindarle una solución a ese sector. En un tiempo se pensó en un túnel que quedó solo en proyecto. Es el que iba a sortear las complicaciones que tiene ese paso en el que cayeron las piedras”, concluyó.

Comentarios