LA GACETA en Qatar: Un mensaje universal para Francia e Inglaterra: gracias por el fútbol

LA GACETA en Qatar: Un mensaje universal para Francia e Inglaterra: gracias por el fútbol

El vigente campeón del mundo se impuso por 2 a 1 y se clasificó a semifinales.

MUNDIAL DE QATAR. Francia derrotó a Inglaterra y sueña con la final. MUNDIAL DE QATAR. Francia derrotó a Inglaterra y sueña con la final. Foto tomada de Twitter: @equipedefrance

A todos los grandes, sin excepción, les tocó fallar: Maradona, Platini, Zico, Baggio, Messi, Neymar… Siempre se suman nombres ilustres a esta lista. Harry Kane, pura jerarquía en una cancha de fútbol, ya puede contar de qué se trata ese sinsabor del penal errado. Era el del empate, el que le daba vida a Inglaterra en el Mundial. Un rato antes había convertido desde los 11 metros con un zapatazo cruzado e inatajable. Y más tarde, con su equipo otra vez en desventaja, le cayó la responsabilidad de igualar. Midió mucho el remate, dio unos pasitos y le entró tan abajo a la pelota que la mandó a la tribuna. Esa minihistoria que Kane jamás hubiera querido protagonizar cerró el clásico con forma de partidazo y catapultó a Francia a la semifinal. El campeón, quedó claro, está decidido a retener el título.

Fue un espectáculo de gran nivel el que vimos en el estadio Al Bayt, digno de un mano a mano mundialista entre antiquísimos rivales. Un campo regado de muy buenos jugadores y dos equipos que fueron para adelante siempre, convirtiendo la zona media en una autopista no apta para trotadores. Por eso sobraron las emociones en ambas áreas. Lo ganó Francia por su contundencia, por la pasión con la que se empeña en cada ataque, por la generosidad de sus hombres para el ida y vuelta. Y porque tuvo en Giroud al héroe de la jornada. Porque los ingleses marcaron muy bien a Mbappé y le impidieron lucirse, entonces fue Giroud el que cabeceó al gol un centro perfecto y definió el pleito.

Los británicos jugaron con el corazón y lo dejaron en el césped. Exigieron grandes atajadas de Lloris, comandados por la sapiencia de Kane y propulsados por sus jóvenes figuras Saka, Bellingham y Mount. Oportunidades para empardar no les faltaron, ninguna más clara que ese penal fallado por su líder a pocos minutos del epílogo. Mucho de esto sucedió durante el segundo tiempo, entre lo mejor que se vio en Qatar 2022 por la intensidad del juego, el ritmo, la precisión y las emociones. Son los partidos que dejan huella en los Mundiales y, a decir verdad, los cuatro de cuartos de final fueron dignos de esta instancia.

Los franceses lamentaban las ausencias por lesión de tres jugadores determinantes. Ni Kante ni Pogba viajaron a Doha, mientras que Benzema quedó fuera de combate antes del debut. Pero son sus reemplazantes los que están marcando el pulso del equipo. La dupla Rabiot-Tchouameni es implacable en el medio, por lo que defiende y por lo que ataca, y Giroud aporta lo que tanto se le reclamaba en Rusia 2018: goles. Fue Tchouameni el que abrió la cuenta en el primer tiempo con un precioso disparo de media distancia, ventaja que los franceses administraron aún cuando el aluvión inglés apretó y apretó.

El complemento, quedó dicho, fue para enmarcar. De la libreta de apuntes rebalsan las situaciones de gol y las atajadas de Lloris y de Pickford. Tras el empate parcial de Kane, producto del penal que Tchouameni le había cometido a Saka, Inglaterra casi aumenta con un cabezazo de Maguire que rozó el palo. Del otro lado estaba Giroud, infalible cuando el centro-asistencia de Griezmann (incansable en su despliegue) lo dejó en situación de gol. Y fue un golazo, por el salto con la marca encima y por la foto con el vuelo del arquero.

Por supuesto que quedaban emociones, incluso más allá del penal de VAR que cobró el brasileño Sampaio y que dejó a Kane con el festejo atragantado. Casi en el minuto 10 de tiempo adicional los ingleses dispusieron de un tiro libre y la pelota se fue a milímetros del ángulo. Por esa clase de detalles se resuelven estos partidos, apasionantes e inolvidables. Los británicos se marchan de Qatar con la frente en alto, a los campeones los aguarda una parada bravísima contra Marruecos. Porque esto sigue y habrá más fútbol del bueno.

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