En Alpachiri recrudece protesta de los vecinos por la falta de agua potable

En Alpachiri recrudece protesta de los vecinos por la falta de agua potable

La gente de la zona se instaló a la altura del acceso al pueblo y en medio de la carretera procedieron a quemar cubiertas para exigir soluciones

HARTOS Y CANSADOS. Los pobladores de Alpachiri resolvieron cortar la ruta para llamar la atención de las autoridades y obtener una solución. HARTOS Y CANSADOS. Los pobladores de Alpachiri resolvieron cortar la ruta para llamar la atención de las autoridades y obtener una solución.

El intenso calor de ayer agitó la bronca de los vecinos de Alpachiri que, desde hace más de una semana, padecen una preocupante escasez de agua para consumo.

Por esta razón volvieron a protestar con cortes intermitentes del tránsito de la ruta nacional 65 que pasa por el lugar. La gente se instaló a la altura del acceso al pueblo y en medio de la carretera procedieron a quemar cubiertas. Productores y otros particulares que iban rumbo a Las Estancias (Catamarca) debieron esperar horas hasta que se liberó el tránsito.

Por tercer día insistieron en reclamar una solución definitiva a la falta de agua potable. Aunque la provisión comenzó a ser más fluida, el líquido sale de los grifos turbia.

“No tenemos agua para consumir. Es decir que estamos obligados a comprar agua mineral o de mesa en bidones. Hay gente que no dispone de dinero. La que estamos recibiendo no sirve ni para lavar la ropa por el barro que la hace oscura. La situación es angustiante”, dijo Fernanda Carrizo, una de las manifestantes.

La comisionada comunal Fernanda Cano no concurrió a la comuna por razones de salud. En el edificio estatal varios policías fueron desplegados ante el rumor de que los pobladores iban a profundizar su reclamo ocupando esas instalaciones. “Nosotros vamos a seguir en la ruta hasta que desde el Gobierno nos brinden una respuesta urgente a esta emergencia que padecemos. No tenemos agua para consumir. Y en estos momentos de calor agobiante esta situación pone en grave riesgo sanitario a la población. Aquí hay una escuela con más de 500 chicos que concurren en tres niveles de estudio. Eso parece que no entienden las autoridades”, dijo Soledad Perea. Ayer Bomberos de la Policía de la Regional Sur en un camión cisterna distribuyeron agua a los vecinos. La comisionada comunal Cano dijo a LA GACETA el inconveniente obedece a tres episodios imprevistos y que afectaron el funcionamiento de la planta de agua corriente: la rotura de un caño, que obligó a vaciar el sistema para su reparación; una creciente que bajó desde Las Estancias por el río Medinas y que provocó destrozos en la entrada de la toma y el corte del suministro de energía eléctrica hacia la planta de agua corriente que demoró en restablecerse. Aseguró que estos inconvenientes han sido superados y el abastecimiento del servicio comenzó a normalizarse.

“La greda que trajo la corriente es la que ensució el líquido” sostuvo la funcionaria. Los pobladores piden que se perfore un pozo que brinde agua potable y no como la que viene suministrando la planta instalada a la altura del paraje El Remate. “Es un servicio muy deficiente y que nunca garantizó agua apta para consumo”, dijo Oscar Juárez.

Piden un pozo

El titular del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (SePAPyS), Adrián Ruiz, descartó la posibilidad de perforación de un pozo, al hacerse presente el viernes en la protesta para explicar la situación y las soluciones que se estudian instrumentar. Dijo que está previsto reforzar la toma con la incorporación de otra cisterna, pero en el próximo año.

Aclaró que en razón de los desniveles del suelo y las napas, al ser una población ubicada al pie de los Nevados, “no es posible la perforación de un pozo”. Los pobladores, disconformes con la respuesta, adelantaron que van a continuar con la protesta en la ruta. Ayer la Justicia de Concepción libró oficio para algunos de los participantes del corte de tránsito a fin de que se presenten a declarar ante la Fiscalía de Decisión Temprana. En la ocasión serían incriminado por el delito que castiga el entorpecimiento de servicios públicos (art. 194 del Código Penal). “Es lamentable que el Estado en vez de reaccionar para que se nos garantice un servicio vital, se active para castigarnos legalmente. No queremos impedir la circulación de nadie, sino lograr la reacción de los responsables de darnos respuestas a nuestro drama. Aquí la salud de la población está en peligro en estos tiempos de plagas”, expuso Paola Carrizo.

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