La batalla de los anuncios

En los últimos años, Santiago del Estero vino “marcándole la cancha” a gran parte de las provincias del país. Su gobernador, Gerardo Zamora, suele realizar anuncios que ponen de cabeza a gran parte de los mandatarios del interior. El líder del Frente Cívico por Santiago no tiene las mismas urgencias electorales que sus pares. Ha sido reelecto hasta 2025 y, por lo tanto, el año que viene se abocará pura y exclusivamente a apoyar en las presidenciales a Cristina Fernández de Kirchner, en particular, o al oficialista Frente de Todos, en general. Antes de que arranque el Mundial de Qatar, el santiagueño anunció que pagará un bono extraordinario de $ 200.000 a los agentes públicos de su provincia. La primera cuota la abonará el miércoles 9 de este mes, por $ 60.000; la segunda, de $ 80.000, se saldará el 21 de diciembre y la tercera, de $ 60.000, se pagará el 4 de enero. Pero esta remuneración adicional no será la única: Zamora dijo que con el sueldo de febrero se reconocerá un aumento del 95% en el básico.

“No duermen la siesta”, dicen entre ironías y preocupaciones en la Casa de Gobierno tucumana. Un anuncio de tal naturaleza no tiene el mismo impacto fiscal en la vecina provincia que en estas tierras. Antes que las bases presionen a los gremios estatales y éstos, a su vez, al Poder Ejecutivo, el gobernador interino Osvaldo Jaldo ya mandó al ministro de Economía, Eduardo Garvich, a analizar los números finos y preparar varias propuestas que se harán para recomponer el sueldo de los empleados de la administración pública provincial. La cuestión ha sido objeto de análisis preliminar entre Jaldo y el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, que ayer compartieron el acto de asunción del nuevo ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Santiago Maggiotti.

El gobernador interino necesitará de una gran mano financiera de su compañero de fórmula para poder calmar las ansiedades estatales. Jaldo dice que es cuestión de tiempo y que, poco a poco, se irán juntando los fondos necesarios para que los empleados públicos no padezcan tanto el fenómeno inflacionario. No hay cifras que se manejen acerca de cuánto será el monto del bono extraordinario, pero sí algunas alternativas para ofrecer a los gremialistas que habitualmente negocian con la Casa de Gobierno. Algunos indicios de lo que pueden ser los anuncios tucumanos:

• Un bono extraordinario en tres cuotas, como los que se vino ejecutando en los últimos años. De mínima, y antes de conocer el anuncio santiagueño, en el Gobierno se barajaba un monto inferior a los $ 100.000. La avanzada de la vecina provincia abre mayores expectativas entre los trabajadores del sector público acerca del ofrecimiento oficial.

• Un anticipo de reajuste en el salario que sea permanente, como una manera de acompañar de los precios y no quedarse atrás ante una inflación galopante. Esto sería un paliativo mientras continúan las negociaciones por una mayor reivindicación salarial en el Estado.

• Un aumento importante del salario cuyo porcentaje será analizado con los sindicalistas. En este caso, el ofrecimiento puede significar una mejora que perdure en el tiempo y no una recomposición extraordinaria, de un período determinado.

El Gobierno no puede escapar a ninguna de estas variables frente al inicio de un año electoral. Jaldo quiere evitar cualquier inconveniente que le cambie el humor a los empleados estatales.

En el Ministerio de Economía tratan de afinar el lápiz para cumplir con los anuncios que puedan llegar a formularse. Este año ha sido excepcional para todas las provincias por el elevado ingreso de fondos federales. En el acumulado de enero a octubre de este año, las transferencias automáticas verificaron un crecimiento real del orden del 6,8%. Ciudad Autónoma de Buenos Aires lideró el aumento con un 8,9% y Neuquén fue la que menos creció, con un 5,8%. ¿Cómo le fue a Tucumán? Se ubicó en el cuarto lugar -junto con San Juan- en el ranking de provincias que más recursos coparticipables recibieron, al descontar la inflación del período.

De acuerdo con un informe del Instituto de Análisis Fiscal (Iaraf), en los primeros 10 meses del año, las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibieron $ 417.000 millones extra por coparticipación federal de impuestos respecto de igual período del año pasado, en valores constantes. De ese total, ¿cuánto dinero extraordinario ha ingresado a las arcas tucumanas? El Iaraf reporta que, al comparar con la evolución de los ingresos del año pasado, entre enero y octubre pasado, Tucumán ha recibido $ 19.500 millones más.

La batalla de los anuncios se ha desatado. En el entorno de Jaldo advierten que esa puja se da en distintos sectores. Por ejemplo, apuntan que mientras Santiago del Estero se anticipó al resto de los distritos del Norte Grande en anunciar que las compensaciones para evitar un incremento de las tarifas de electricidad llegarán a aquellos clientes residenciales que consuman hasta 650 megavatios mensuales, en Tucumán ese tope se elevó a los 750, ya que un Fondo Compensador de $ 100 millones servirá para mitigar el impacto de la segmentación tarifaria. En otras palabras, la provincia se hace cargo del mayor gasto para que unos 400.000 clientes residenciales no tengan un fuerte impacto en la boleta de la luz. Otra cuestión: el boleto gratuito a jubilados. El gobernador interino cree que esa medida tendrá un alto impacto social y que puede ser imitada por otras jurisdicciones provinciales.

En lo que se refiere a las finanzas públicas provinciales, en la Casa de Gobierno indican que no es el mismo impacto fiscal una decisión que se tome en la vecina provincia que en estos lares. Por caso, el Presupuesto de este año de Santiago del Estero es el equivalente al total de gastos anuales en Personal, es decir, la mitad del total de erogaciones del sector público tucumano. A su vez, el Estado provincial cuenta con casi el doble de la dotación de empleados que en la vecina provincia ((57.200 santiagueños versus 99.000 agentes tucumanos), al igual que el salario promedio.

Si se sigue en el terreno de las comparaciones, los presupuestos de una y otra provincia reflejan otra dinámica del gasto, a saber:

• Mientras este año, Tucumán prevé gastar $ 353.000 millones, Santiago del Estero ha pautado erogaciones totales por $ 189.783 millones.

• Santiago del Estero asigna al Poder Legislativo el 0,3% del Presupuesto General de esa provincia. Tucumán, un 4%. Si ese porcentaje se repite en 2023, puede decirse que la Legislatura administrará un presupuesto cercano a los $ 30.000 millones tomando como referencia un nivel de gastos totales que rozará los $ 800.000 millones. ¿Quién quiere ser vicegobernador tucumano?

• Otro dato que llama la atención. En la participación por finalidad y función, el Poder Judicial de Santiago del Estero participa con un 2,1% del total de erogaciones. En Tucumán, ese porcentaje se eleva al 7,39% del Presupuesto.

Las comparaciones son odiosas, señala el dicho popular. Pero al tratarse de dinero cobran más fuerza. Hasta fines de año, Jaldo no dormirá una siesta santiagueña. Tendrá que analizar cómo calma la ansiedad de los estatales tucumanos que, como todos, quieren librar la guerra contra la inflación, esa que prometió el presidente Alberto Fernández y, hasta ahora, no pudo ganar ni una batalla.

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