Vacaciones de invierno: consejos para viajar con chicos en auto

Vacaciones de invierno: consejos para viajar con chicos en auto

Trasladarse con niños implica otro ritmo. Qué hacer con los vómitos; cómo evitar el "estoy aburrido"; qué darles de comer y cada cuánto parar.

PRECAUCIONES. Hasta los 10 años deben ir en sillitas, huevitos o boosters. ARCHIVO LA GACETA PRECAUCIONES. Hasta los 10 años deben ir en sillitas, huevitos o boosters. ARCHIVO LA GACETA

De repente, el bebé empieza a llorar. Treinta segundos después, vomita. Detenerse; cambiarlo; cambiar al niño que va sentado al lado porque el desembuche fue a parar a su regazo; limpiar el auto y seguir. Al cabo de media hora, la más grande pide hacer pis. Al rato, el del medio se queja porque está aburrido. Para peor, el bebé ha vuelto a llorar: quiere salir del huevito. Tranquilidad; viajar en vehículo con niños puede ser divertido (a veces ahí dentro ocurren las mejores anécdotas familiares) o un reto casi para desfallecer.

"Cada pequeño es un mundo y su edad resulta determinante para definir y preparar el trayecto", dice la médica pediatra Gabriela Salomón. Justamente, ella recomienda -como primera medida- que se planifique el viaje. "Cualquier salida a la ruta, conviene planificarla. Más aún si se llevan menores", introduce. Si el recorrido implicará unas seis horas -ejemplifica-, conviene dividirlo en dos tramos.

- ¿Se podría pensar en alguna barrera de kilómetros que al superarla empieza a volver insoportable el desplazamiento?

- Para un niño, después de las seis horas se torna muy difícil sobrellevar el encierro. A esas alturas, necesitan un 'stop' prolongado. Aunque parezca una obviedad, muchos adultos no advierten que sus hijos se encuentran absolutamente agotados. Por ello, de antemano hay que tratar de tener definido el lugar en el que se parará; que sea seguro. Y si se hará noche en algún hotel, lo mejor es contar con una reserva.

- ¿Recomienda viajar de un solo tirón o efectuar paradas?

- Si cada dos horas se hacen breves descansos, los niños no la pasan tan mal y logran resistir mejor. Cuando descendemos, ellos mueven sus brazos, sus piernas y cambian el aire. Eso es fundamental. Podemos aprovechar esos descansos para cambiar un pañal, preparar una mamadera y comprar agua fresca.

- ¿Qué alimentos conviene llevar?

- Es necesario que a los pequeños se les ofrezca agua de manera frecuente. Llevemos vasos para que no debamos tomar del pico de la botella. Y si tenemos bebés, tengamos mamaderas de repuesto. En este punto, los médicos siempre les advertimos a las madres que sean cuidadosas con los alimentos que requieren cadena de frío, como el yogurth o la leche en polvo. Lo mejor, es que la comida sea transportada en loncheras o conservadoras.

- ¿Cómo podemos relajarlos?

- La música favorita de ellos es lo más conveniente, porque los apacigua y los entretiene. También conviene transportar algunos de sus juguetes. Pero sin abusar porque después migran por todo el vehículo.

- ¿Se les puede dar algo para evitar los mareos o vómitos?

- Si se subirá algún cerro o si el itinerario presenta curvas, quizás haya que consultarle al pediatra de cabecera. Algunos niños son sensibles a los cambios de altura y a los movimientos circunferenciales; en consecuencia, se les indica dramamine.

- ¿Qué otra advertencia cree necesaria?

- Que tengamos al alcance una toalla de mano; servilletas de papel; pañuelos descartables; jabón y alcohol en gel. También aconsejo contar con una muda de ropa, por si se marean y vomitan o se tiran algún alimento.

Con respecto al Sistema de Retención Infantil (SRI), el huevito (en el caso de los bebés) y la sillita (para los mayorcitos) constituye la herramienta de seguridad más importante. Básicamente, reduce en un 70 % el riesgo de lesiones graves y fatales. Un decreto que entró en vigencia en 2018 extendió hasta los 10 años su obligatoriedad en las rutas nacionales. "No importa cuán cerca o lejos vayamos. Los niños deben trasladarse siempre en los asientos traseros", refuerza el médico pediatra Guido Torres Busquets.

"Los mayores de 12 años pueden ir en la butaca de adelante; les da la altura suficiente para usar cinturón. Pero desde esad edad hacia abajo, siempre atrás y bien sujetos", consigna el experto. Además, enseña que hasta los cuatro años es conveniente que sean ubicados en sentido contrario a la marcha. "La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), entre otras asociaciones, son terminantes al respecto: cuando más tiempo los podamos llevar mirando hacia atrás, mejor", apunta.

Quienes han superado los 18 kilos están habilitados para ser trasladados en un booster para el auto o elevadores. "No podemos poner toallas para sentarlos encima; tenemos que usar estos dispositivos", establece Torres Busquets. De hecho, el cinturón debe pasarles a la altura de su hombro, nunca al costado de la cara, agrega.

Finalmente, Torres Busquets enumera lo siguiente: seleccionar el SRI más adecuado para el niño, según la categoría definida por la edad y el peso; chequear que el sistema esté homologado por normas Iram y antes de comprar la sillita verificar si es compatible con nuestro vehículo.

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