Cuando River jugó con la camiseta de San Martín

Cuando River jugó con la camiseta de San Martín

También usó la casaca de Atlético Concepción, ya que jugó contra dos combinados locales

RIVER PLATE. Los millonarios jugaron el primer tiempo del partido contra el Combinado A con la tradicional camiseta santa.  RIVER PLATE. Los millonarios jugaron el primer tiempo del partido contra el Combinado A con la tradicional camiseta santa.

El fútbol tiene sus curiosidades y las visitas de los equipos nacionales generaban las suyas. Los conjuntos de la Metrópolis eran esperados por los hinchas para verlos jugar con los conjuntos locales. En esta oportunidad vamos a hablar de la visita del conjunto de River Plate realizada en diciembre de 1944. La misma no hubiera tenido nada de especial sino fuera porque los visitantes, en su partido contra el combinado tucumano, entraron a la cancha vistiendo en el primer tiempo la camiseta de San Martín, quien se había coronado campeón Anual de la Federación Tucumana. El hecho llamó la atención de todo el público que expectante esperó el ingreso de los “millonarios” al campo de juego de Atlético Tucumán. Nuestro diario reconoció esa actitud de la visita al expresar que “llamó la atención y fue elogiosamente comentado por los aficionados, el hecho de que River Plate prescindiera ayer de su clásica casaca blanca con banda roja, para usar en cambio, la de los clubes locales”. Según nuestro cronista en la primera etapa los de Núñez vistieron la tradicional camiseta roja y blanca a bastones del santo y en la segunda etapa usó “la del club Concepción de la Banda del Río Salí”. Además agregaba que “demás está decir que los hinchas y simpatizantes de las instituciones mencionadas festejaron el gesto de River Plate y aplaudieron con entusiasmo el juego estilizado de los porteños, mientras que en lo íntimo se debieron regocijar viendo con cuanta gallardía eran paseados sobre el césped del estadio decano, los colores favoritos”. Cabe destacar que los riverplatenses fueron invitados de la Federación y de la Asociación Cultural. Y al ser Concepción el campeón del torneo organizado por ésta última, los visitantes vistieron sus colores en la segunda etapa del encuentro.

La Máquina

El resultado fue una anécdota pero podemos decir que fue un partido parejo que terminó favorable a River, que se impuso por 5 a 4. El resultado muerta que fue un partido parejo y con acciones cambiantes para ambos equipos, aunque la visita mostró a los largo de los 90 minutos su calidad y el hecho que haberse coronado vicecampeón de la Asociación Fútbol Argentino. El equipo porteño formó con Soriano en el arco; Vaghi y Robustelli en el fondo; Iácono, Rossi y Ramos en el mediocampo y en la delantera Muñoz, Martínez, Pedernera, Labruna y Lousteau. Por el Combinado A jugaron Orieta en la portería; Ramírez y Alderete en la saga; Abregú, Acosta y Comán en el medio; Aguilar, Baum, Brandán, Díaz y Herrera en el frente de ataque. El análisis del partido destaca que el resultado no mostraba del todo lo realizado en el campo de juego. Ya que reconocía que los millonarios merecieron irse con una resultados más holgado aunque se dejaba en claro que los jugadores locales con “empeño, gallardía y entusiasmo lograron equilibrar las acciones”. Para avalar este comentario el vicepresidente de la Federación, Lorenzo Viola, al tiempo que ponderó el juego de River, reconoció que el combinado tuvo algunas falencias y que hubo “una serie de factores que explican esa circunstancia, entre ellas la falta de preparación especial de los jugadores, cosa un tanto difícil para Tucumán, a pesar de la voluntad y empeño de los hombre que están al frente de la Federación y la Asociación Cultural”. Por su parte el presidente del club visitante, Antonio Liberti señaló que “ha sido un lindo espectáculo, ya que frente a la calidad indiscutida de River, opusieron los tucumanos una voluntad enorme, aun cuando creo que el combinado que actuó el viernes se empleó con más codicia y se mostraron sus hombre más dispuesto para la lucha”.

El Combinado B

La expresiones de Liberti hacía referencia al Combinado B que había jugado con River el 8 de diciembre y que terminó con un triunfo por 3 a 2 de los visitantes que si vistieron su tradicional casaca con la banda roja cruzada. El encuentro se disputó el estadio de Atlético. El equipo de Núñez formó con Soriano al arco; Vaghi y Ferreyra en el fondo; Iácono, Rossi y Ramos en el mediocampo y en la delantera Muñoz, Gallo, Pedernera, Labruna y Lousteau. El combinado B alistó a Villafañe en la valla; Blasco y Cerruti en la defensa; Figueroa, Ávila y More en el centro de la cancha y Borquez, Benavídez, Santillán, Cisterna y Cruzado en el ataque. El partido sufrió un pequeño retraso y hasta se temió por su suspensión debido a una persistente llovizna que había comenzado en horas de la mañana.

En Villa Nougués

Otro dato curioso de aquella visita millonaria a nuestra provincia es que la delegación fue agasaja con un almuerzo y excursión por la Villa Nougués. Como antecedente podemos decir que en 1922 se inició esta tradición de llevar a los visitantes a la villa serrana. En aquel año vino a Tucumán el combinado de la Asociación Argentina de Fútbol (que luego se convirtió en AFA). Fuera del tema futbolístico los “footballers“ porteños con su visita a Villa Nougués se convirtieron en los primeros “que hasta hoy han visitado el hermoso punto de veraneo” señalaba la crónica de nuestro diario. Según el relato los jugadores partieron en cuatro automóviles a las 7.45 del 31 de agosto para llegar a la villa a las 10.30.

Pero volvamos al encuentro entre River y el Combinado A. Sobre el final del encuentro el árbitro Escudero cobra un penal para los locales al desviar Rossi con su mano un centro que había lanzado Herrera. La sanción fue inmediata y sin dudas por parte del colegiado. Pero el hecho fue protestado airadamente por los jugadora millonarios y en especial por Rossi, “pero el árbitro mantuvo el fallo dando lugar al cuarto y último gol local”. El público que seguía las incidencias protestó la actitud de los jugadores visitantes durante un tiempo. Y cuando los “muchachos de River se retiraban desde el sector de la tribuna situado en la parte norte, fueron despedidos con el grito de Boca, Boca”.

Este último grito de batalla nos permite enganchar con parte de la historia que sigue. En marzo de 1945 San Martín se corona campeón de la “Copa de la República 1944”, al derrotar en la final a Newell´s Old Boys por 3 a 1. Pero debemos volver a diciembre de 1944 ya que una semana después de la visita millonaria estuvo aquí Boca Juniors para disputar los cuartos de final de aquel certamen. Santos y xeneizes empataron en dos goles tras los 120 minutos de juego. La reglamentación del torneo indicaba que de haber empate tras las dos horas de juego la definición se haría por la cantidad de tiros de esquina que se habían disparado. “San Martín, que en el transcurso de la lucha había concedido 9 corners, por 11 que cedió Boca, fue el triunfador del partido”, señalaba nuestra crónica. Quizás este encuentro merezca una crónica a aparte debemos decir que los jugadores boquenses también fueron agasajados por los locales con una visita a Villa Nougués y un almuerzo en la localidad de San Pablo. Además en horas de la mañana del día del encuentro los jugadores auriazules visitaron las instalaciones del colegio Tulio García Fernández respondiendo a la invitación de la Asociación de Padres. Además departieron en el campo de deportes de la institución con los estudiantes presente y fueron agasajados con un refrigerio.

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